Luego de que el presidente Vladimir Putin destacase la necesidad de aumentar la capacidad nuclear de Rusia, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró ayer partidario de fortalecer y expandir la de su país. 

En apenas 140 caracteres en Twitter, su red social favorita para comunicarse, Trump anunció un posible giro a décadas de política nuclear en Estados Unidos. Escribió en un mensaje breve y ambiguo que la primera potencia mundial debe “reforzar y expandir enormemente su capacidad nuclear hasta que el mundo entre en razón respecto de las armas nucleares”. El presidente electo se encuentra de vacaciones en Mar-a-Lago, su resort en Florida, donde también está realizando reuniones de trabajo y completando su gabinete, cuando queda menos de un mes para que asuma la presidencia de Estados Unidos. 

Durante la campaña electoral, Trump prometió que si llegaba a ser presidente, Irán nunca tendría armas nucleares. Y sugirió que Japón y Corea del Sur deberían poseer armas nucleares para poder hacer frente a la amenaza nuclear de Corea del Norte. También se mostró a favor de que Arabia Saudita las tuviera. Concederle a Japón y Corea del Sur el estatus de potencias atómicas implica ir en contra de 70 años de política exterior estadounidense desarrollada tanto por demócratas como por republicanos. 

En el programa que figura en el sitio del Equipo de Transición Presidencial se afirma, entre otras cosas, que Trump reconoce la amenaza que a largo plazo representan las ideologías radicales que dirigen e inspiran el terrorismo. “Una Administración Trump también reconoce las amenazas catastróficas planteadas por las armas nucleares y los ataques cibernéticos”, agrega el programa. Trump, añade, se asegurará de que la potencia nuclear estadounidense se modernizará para garantizar que siga siendo un elemento disuasorio efectivo. 

El comentario de Trump se conoció poco después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, hiciera un llamamiento en Moscú para reforzar el potencial nuclear del país, según dijo en una reunión con la plana mayor del Ministerio de Defensa de Rusia. “Hay que reforzar la capacidad militar de las fuerzas nucleares, sobre todo con la ayuda de sistemas de misiles superiores capaces de atravesar sistemas de defensa antimisiles existentes o futuros’’, dijo el presidente ruso ante cientos de oficiales de sus ejércitos.

El jefe de Estado hizo estas declaraciones tras un año en el que su aviación ha sido clave para facilitar los avances del régimen de Bashar al Asad en Siria, y a pocas semanas de que Trump acceda a la Casa Blanca. Rusia se muestra preocupada por la instalación en Rumanía y en Polonia de elementos del escudo antimisiles estadounidense, que Moscú denuncia como un intento de reducir su capacidad de disuasión nuclear. Unas acusaciones desmentidas por Washington, que asegura que el escudo trata de proteger Europa ante una posible amenaza iraní.

El aumento del arsenal nuclear ruso no es una novedad. En junio de 2015, Putin anunció el despliegue de 40 nuevos misiles balísticos intercontinentales, capaces de atravesar los sistema de defensa antiaérea más sofisticados, después de que Washington planeara instalar armamento pesado en el este de Europa.

Desde el gobierno de George H.W. Bush, ha sido política de Estados Unidos no construir nuevas cabezas nucleares. Bajo la presidencia de Barack Obama, la política ha sido no perseguir ojivas con nuevas capacidades militares (en 2010 Obama firmó con Rusia un tratado para reducir las cabezas nucleares a 1550 en 2018). Obama, que en un discurso al inicio de su mandato proclamó el objetivo de eliminar en el futuro las armas nucleares de la Tierra, redujo el número de cabezas (el explosivo que se coloca en el proyectil) pero al mismo tiempo anunció inversiones de miles de millones para modernizar el arsenal restante.

Se estima que la modernización del arsenal nuclear que está envejeciendo costará un millón de billones (un uno seguido de 12 ceros) a lo largo de 20 años. “Si Donald Trump está preocupado por el aumento de los costos del F-35 (avión de combate), se sorprenderá por los costos dispares del actual plan de modernización del arsenal nuclear estadounidense”, dijo el director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, Daryl G. Kimball. “Trump y su gente necesitan explicar la base de su tweet críptico. ¿Qué quiere decir con expandirse y a qué costo?”, agregó.