Los socios de Newell's afrontarán en la asamblea del miércoles un dilema que obliga a definir prioridades. La Comisión Directiva presentará el balance del año pasado sin agregar ninguna documentación contable. Como tal, el ejercicio es inadmisible. Lo que los dirigentes no pueden explicar son el origen y destino de 41 millones de pesos, dinero que, se presume, se habría tomado en forma de préstamo en condiciones leoninas para la tesorería del parque Independencia. "Lo que se ofrece como respaldo son fotocopias de estos mutuos", confió un colaborador de la directiva. Bermúdez tomó el club con una deuda de 172 millones de pesos. Luego de un año de gestión el pasivo pasó a ser de 242 millones. Sobre estos números también preguntarán los socios y habrá que explicar mucho más allá de la inflación anual y el aumento de costos en general.
El problema de fondo del balance que carece de aprobación de auxiliar contable contratado por el club, Guillermo Azum, son los préstamos que en 2017 tomó la dirigencia de Bermúdez. Sin documentación, las estimaciones informales dan cuenta de un rojo de 41 millones de pesos. Ese es el dinero que aparece en el balance y no se puede explicar. Pero al avanzar en las pesquisas de esos billetes, aparecen razones que ayudan a comprender por qué la dirigencia no quiere hablar del tema.
Newell's tomó dinero prestado de inversores privados bajo firma de escribano en condiciones leoninas. El club paga un interés mensual del 6 por ciento. Sin dudas, un pésimo negocio para el club y un extraordinario rédito financiero para el prestamista. Si hubiese cobrado. Porque al reconocerse el acuerdo usurero, el Organo Fiduciario no autorizó luego el pago de los cheques que entregó la dirigencia como respaldo de pago. Eso fue lo que pasó.
Más grave aún, en las averiguaciones se detectaron que el club pretendía pagar intereses con incremento de un 30 por cierto, como si la tasa del 6 por ciento cada 30 días fuera poco. ¿Esos millones de pesos de intereses inflados a qué bolsillo debían llegar? ¿Quiénes son los inversores del club? ¿Cuánta plata entregaron y cuánta reclaman ahora? Esas dudas abren sospechas serias sobre la administración contable de la entidad y por eso el arco opositor forma filas detrás del rechazo del balance en la asamblea del miércoles.
Más creíbles son otros números del balance. Eduardo Bermúdez tomó el club con una deuda de 172 millones de pesos. Luego de un año de gestión el pasivo pasó a ser de 242 millones. Si se toma en cuenta variables económicas como inflación y devaluación del dólar en los últimos dos años, quizá los dirigentes podrían entregar fundamentos para persuadir a los socios de estos números. Pero la explicación que se espera, en cambio, es sobre los millones de pesos tomados como préstamos y del que nadie quiere hablar en el parque Independencia.