La polémica está servida en bandeja. No viene mal recordar el rastro etimológico de esta palabra que remite al “arte de la guerra”. Agitar el avispero en la previa de la salida de un libro puede resultar una buena estrategia para despertar el interés y lograr que se vendan más ejemplares. El actor Sean Penn publicará su primera novela, Bob Honey Just Do Stuff, que llegará a las librerías de Estados Unidos pasado mañana en una lujosa edición realizada por las editoriales Atria y Simon & Schuster. El protagonista es un hombre de 55 años, divorciado y desilusionado de la vida, que tiene varios oficios: especialista en aguas residuales, proveedor de productos pirotécnicos a dictadores extranjeros y asesino a sueldo de una misteriosa agencia gubernamental que paga en billetes pequeños. Bob vive enojado con una realidad que no termina de entender. Según han publicado diversos medios estadounidenses como Page Six o LA Times, que tuvieron acceso a un adelanto del libro, a lo largo de las 176 páginas el actor devenido escritor ridiculiza y caricaturiza al presidente Donald Trump y hasta llega a fantasear con su asesinato. A través de Mr. Landlord, el mandatario ficticio de los Estados Unidos, Penn se refiere a Trump como un gobernante elegido por americanos y rusos rabiosos con una insana obsesión por Twitter.

Los límites borrosos entre realidad y ficción se difuminan cada vez más en las narrativas de los últimos años. Penn, en su debut como escritor, no quiere ser la excepción a esta especie de regla implícita. Más allá de la escritura en sí, lo que prevalece es el “pacto de verosimilitud”, la necesidad de que la ficción “suene” lo más real posible. “Mucha gente maravillosa, dolorida y enfadada en América votó por usted. Muchos rusos también”, plantea Bob Honey al presidente. “Un millón de mujeres le empequeñecieron en las calles de Washington y de todo el mundo el día de su penosa investidura. Usted no es solo el presidente del impeachment, usted es un hombre que necesita una intervención. Nosotros no somos un grupo de personas que necesita una intervención, sino que somos una nación que necesita un asesino… Ahora dedicame un tuit estúpido, te reto”, se lee en Bob Honey Just Do Stuff. En 2016, Penn publicó un audiolibro, bajo el seudónimo de Pappy Pariah, en el que el personaje de Bob Honey protagonizaba una trama de matices similares. “Fue poco después de terminar de narrar el breve audio de Bob Honey cuando empecé a sentir que sólo había tratado la superficie de la historia que quería contar. Ampliar la idea original a una novela completa ha sido un desafío emocionante”, reconoció el actor.

En su primera novela no solo critica a Trump. También apela a sus experiencias, especialmente a las más controvertidas, cuando Bob Honey se entrevista con un capo de la droga fugado de la cárcel, una clara alusión a la entrevista que el propio Penn tuvo con Joaquín “El Chapo” Guzmán en las montañas de Sinaloa en 2015, a quien el actor describió, en la crónica en primera persona publicada en la revista Rolling Stone, como “el otro presidente de México”. Pero después del encuentro con el narcotraficante mexicano, tanto Penn como la actriz Kate del Castillo, acompañante en esa famosa cita, se empeñaron en contar sus propias versiones. El actor ha tenido otros encuentros célebres y exclusivos con el entonces presidente cubano Fidel Castro y el presidente venezolano Hugo Chávez en 2008, a quien también entrevistó en persona. En la novela aparecen temas actuales como el movimiento #MeToo, que surgió en las redes sociales en octubre del año pasado para denunciar la agresión y acoso sexual que sufren las mujeres –a partir de las acusaciones contra el productor de cine estadounidense Harvey Weinstein– y para apoyar a que todas se animen a denunciar los acosos padecidos. En Bob Honey Just Do Stuff hay un poema en el que se refiere al movimiento #MeToo como “una expresión infantil del momento”. “¿Es esta una cruzada de infantes? ¿Minimizando la violación, el ser tildada de zorra y el voto a un irresponsable juego de niños? ¿A una plataforma de impunidad de acusaciones? ¿El debido proceso ha perdido su brillo?”, se lee en una parte del libro. Penn intuye que la guerra es la continuación de la ficción por otros medios.