Dijo: “Si salgo llego, si llego entro, si entro triunfo” y le cambio la vida a millones. 

Un día pasó por una academia militar en las afueras de La Habana y se le ocurrió hacer una facultad de medicina. Dijo que venían tiempos nuevos para nuestra América y nos cambió la vida a miles. Vinieron tiempos nuevos. 

En la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) nos encontramos hijos de desaparecidos de Argentina, Chile, de Centroamérica, miembros de pueblos originarios, campesinos sin tierra brasileños, salvadoreños sobrevivientes a la guerra, nicas sobrevivientes a su propia miseria, pibes y pibas que iban a buscar sueños de todos lados. Conocí a la compañera de mi vida y tuve las hijas más bellas que alguien puede tener. 

La suerte, la militancia, los espíritus o el karma me dieron el privilegio de conversar con Fidel algunas veces. El tipo te hablaba y te ponía la mano en el hombro con todo el peso de la Historia, y vos, después, te pasabas un mes despertándote de noche con sueños donde estaban San Martín, Evita, el Che, Perón, tus viejos, Zapata. De verdad te pasaba eso, carne de diván.

Otro día fue a la Facultad de Derecho en Buenos Aires, hizo un acto para el mundo, y los cubanos sabían (y los que estábamos allá sabíamos) que no era un acto más, así que mirábamos la tele colgada en el descanso de las habitaciones en Cienfuegos como si fuera la final del mundial, o como el día que casi nos matan a Chávez. Ahí Fidel va y nos dice que Néstor Kirchner lo bancaba a él y que él lo bancaba a Kirchner. Yo tenía la misma cara de asombro que el Leo cuando llegamos a Cuba y vio la inmensidad del mar por primera vez y la misma cara de susto que cuando se metió al agua. Le dije: “déjame de joder, éste nos está mandando a bancarlo  a Kirchner, está loco”.  “El está loco, pero vos no seas tan gil, que si lo dice es porque algo le habrá visto”, me contestó Leo. El que sabe, sabe. 

Uno más, entre los muchos amores que me dio, Fidel me hizo kirchnerista.

Cuando nos enteramos de la muerte de Fidel se hacía un encuentro de graduados de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas en el centro oftalmológico Dr. Ernesto Che Guevara en Córdoba.  Ahí se operaron y recuperaron la vista en forma totalmente gratuita más de 6000 personas sin recursos económicos. La directora es Lucía Coronel, graduada de la primera promoción de la facultad y epidemióloga recibida en Cuba. Lucía estuvo secuestrada en la ESMA cuando era un bebé junto con su mamá que está desaparecida. Al papá lo asesinaron en el mismo operativo que a Victoria Walsh, la hija de Rodolfo. 

Una semana después se venía el Tercer Encuentro Nacional de Salud. Otro médico graduado en la isla, Homero Giles, primer profesional en su familia, propuso hacer algo allí que ratificara la unidad de los pueblos: “Cristina fue a despedirlo a Fidel, regalémosle a ella el reconocimiento firmado por Fidel a los primeros graduados de la ELAM y el anillo que nos dieron”.

En el encuentro de salud en la Universidad de Lanús cinco mil compañerxs trabajadores y militantes discutimos cómo frenar el avance del capital financiero que viene a arrasar y saquear nuestro sistema vía el engaño de la Cobertura Universal de Salud, como ya hizo en otros países,  como fueron las AFJP con el sistema jubilatorio en su momento. Los sanitaristas más importantes de América latina nos ayudaban a explicar y entender esta gran batalla de ideas, junto al ex ministro de salud Daniel Gollan, un compañero más.

En Lanús subimos al escenario, donde estaban Estela y Hebe, cuatro graduados de la ELAM. Una de ellas era María Julia Córdoba, “La Cuki”, que fue diploma de oro, mejor promedio de nuestra graduación y recibió su diploma de las manos de Fidel y Hugo Chávez. Gran emoción. Homero le explicó a CFK lo que le estábamos entregando, que era un homenaje a nuestro comandante y un reconocimiento a ella. En el medio le hablé a Cristina. Más o menos textual fue así: “Además de todo te quiero decir que la dictadura secuestró y desapareció a mis viejos y arrasó con mi familia, que a Lourdes Córdoba le desaparecieron al padre,  a La Cuki también y ella además nació en el centro clandestino de detención de La Perla, y que la sangre no es agua, por eso nosotros no nos vamos a confundir nunca de qué lado tenemos que estar y por eso estamos acá”.

Cuando habló CFK dijo: “Con nosotros solos no alcanza. Es imprescindible volver a organizar al pueblo para que vuelvan los argentinos y las argentinas a ser protagonistas de su destino”.

Terminaba el encuentro, empezaba un gran movimiento sanitario. En los parlantes sonaba la canción de La Renga “porque la muerte está tan segura de vencer, que nos da toda una vida de ventaja”. Me fui pensando si ahora que conoció a Néstor, a Hugo y a Fidel seguirá tan segura.

* Médico. Graduado de la Universidad Latinoamericana de Medicina.