Desde Santa Fe.

A 42 años del golpe de 1976, Miguel Lifschitz anunció ayer que la Comisaría 4ª -una insignia de la dictadura- se convertirá en el primer Espacio de la Memoria de la capital de la provincia. Un acto que comenzó a saldar una deuda de la democracia desde 1983, pero también reivindicó la defensa de los derechos humanos en Santa Fe y denunció la "banalización del terrorismo de estado" y el ajuste de la memoria en tiempos de Mauricio Macri. Lo dijo el ministro de Justicia Ricardo Silberstein al recordar a los negacionistas que comenzaron a discutir si los desaparecidos eran 8.000 o 30.000 y hoy ya quieren borrar el 24 de marzo. Y después lo planteó el propio Lifschitz, cuando advirtió sobre el retroceso, que después de 35 años de democracia se intente discutir "si el terrorismo de estado fue eso o una guerra". "El terrorismo de estado no se puede denominar de ninguna otra manera. Es terrorismo de estado", un plan sistemático de la dictadura que se gestó "con el apoyo decidido de grupos económicos que tampoco debemos olvidar", expresó el gobernador.

El acto se realizó frente a la seccional 4ª, en la esquina de Tucumán y Zavalla, con el sol a plomo. Fue una sucesión de emociones: por el testimonio de los sobrevivientes, el mensaje de Ana María Cámara, denunciante del ex juez Víctor Brusa y una carta de José Schulman, secretario general de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, en memoria de Alicia López, martirizada y desaparecida en la 4ª, en octubre de 1976. Entre los participantes, estaban el esposo, los hijos y los nietos de Alicia. Y la ex compañera de José.

El subsecretario de Derechos Humanos Publio Molinas recordó que apenas asumió su cargo -hace un año- Lifschiz le pidió: "Que se expropie la Quinta de Funes y se recupere la Comisaría 4ª como sitio de memoria porque Santa Fe se merece ese espacio. Hemos cumplido". El gobernador lo escuchó desde la primera fila, donde lo acompañaban una madre de Plaza de Mayo, cuatro ministros y dos ex vicegobernadores: Griselda Tessio y Jorge Henn. Más atrás, se ubicaron legisladores y el fiscal Martín Suárez Faisal, jefe de la unidad de derechos humanos del Ministerio Público.

La ministra de Cultura "Chiqui" González era pura emoción. Frente de la 4ª, hay una escuela primaria, donde los pibes veían cómo operaban los grupos de tareas a la luz del día. "Cómo entraban a los detenidos para torturarlo y ponían la radio a todo volumen para tapar los gritos. Eso pasaba en una sociedad perversa", dijo. "Era un Estado que rompía lo humano, la existencia corporal de la gente, el ritual de la vida, inventaba los mayores tormentos, secuestraba a sus hijos, degradaba todo lo que tocaba, mancillaba todas sexualidades para borrarnos, no solo físicamente y para que los quedaran vivos queden borrados como seres humanos, que sean cosas descartables. Eso era lo que ellos pretendían".

El ministro Silberstein alertó sobre la "banalización del terrorismo de estado" desde que gobierna Macri. "Comenzaron a discutir si los desaparecidos eran 8.000 o 30.000" y hoy quieren borrar al 24 de marzo para que "ya no sea un símbolo de lo que pasó en el país". "Los símbolos y las fechas marcan el tiempo. Los negadores del tiempo, los que dicen que sólo hay un presente, que no hay pasado, ni memoria, ni esperanza, son los que dieron origen al nazismo y al fascismo. Borrar esta fecha es borrar el tiempo. No recordarla es llevar adelante una política concreta, es querer borrar el pasado. No existió el terrorismo de estado, vivimos un eterno presente. Eso es lo que pretenden", advirtió. Lifschitz coincidió que después de 35 años de democracia la política de "memoria, verdad y la justicia" está en jaque. "La lucha por los derechos humanos, parecía un patrimonio del que no íbamos a retroceder" y "sin embargo, hoy reaparecen viejos debates que parecían cerrados sobre si el terrorismo de estado fue eso o la guerra, sobre el número de desaparecidos, sobre los derechos de los genocidas. No son sólo debates, reflejan el pensamiento de algunos sectores de la sociedad".

"Por eso, la prioridad que le hemos dado a la política de derechos humanos en Santa Fe para proteger los testimonios del pasado, poner en valor la memoria, pero también pensando en el futuro, para que no se repitan las violaciones a los derechos humanos". "No puede haber proyecto futuro de país si no está asentado sobre la base sólida del estado de derecho y el respeto a los derechos humanos. Esa es la piedra angular de la construcción de un proyecto democrático y social en serio".

El golpe del '76 fue "la noche más tremenda de nuestra historia contemporáneo" y el comienzo del "terrorismo de estado que no se puede denominar de ninguna otra manera. Es terrorismo de estado: un plan sistemático de la dictadura con el apoyo decidido de grupos económicos que tampoco debemos olvidar", concluyó el mandatario.