El presidente del INTI, Javier Ibañez, creó una empresa privada junto con el empresario Eduardo Eurnekian para vender los desarrollos tecnológicos del INTI en micro y nanoeletrónica. La empresa se llama Argenium y fue creada en diciembre del año pasado. El 18 de marzo el INTI compró una cantidad minoritaria de acciones, por lo que el control de la empresa estará en manos del empresario privado y de su empresa de desarrollo de chips Unitec Blue S.A, que tendrá por 20 años la licencia para comercializar los desarrollos tecnológicos del área de micro y nano electrónica del INTI. Según señalan representantes de los trabajadores –que siguen en conflicto por los 258 despidos– es la primera vez que el INTI ingresa con acciones en una empresa privada. No hubo licitación ni está claro como se eligió a la empresa que tendrá los derechos exclusivos.
Desde que llegó al INTI, Ibañez viene sumando denuncias: por los 59 asesores que contrató en las más diversas áreas, por las consultoras a las que les pagó y por presuntos sobreprecios en las contrataciones de empresas, algo por lo que hizo una denuncia penal Margarita Stolbizer (ver recuadro).
A esto se le suma las decisiones que Ibañez está tomando para transferir recursos del INTI al sector privado: el 16 de marzo, Ibañez firmó un acta en la que autorizó a la compra de 49 mil acciones de la empresa Argenium S.A. por el valor de 49 mil pesos, por lo que el INTI pasará a ser socio minoritario de esa empresa.
Entre las justificaciones de la decisión, Ibañez indica que “las políticas de vinculación tecnológica del INTI incluyen en particular la promoción de alianzas estratégicas con el sector privado local, la estructuración de grupos innovadores integrados por técnicos del INTI y de la actividad privada” y que esto se puede lograr creando “incubadoras de empresas para acelerar la transferencia de tecnología al sector empresarial”.
Las empresas elegidas para esta incubadora son Unitec Blue S.A. y Unitec Soluciones S.A., que llegaron a asociarse al INTI sin pasar por una licitación sino mediante un acuerdo. Ese documento, de fines del año pasado, fijó las condiciones en las que esas dos empresas se dedicarán a comercializar los descubrimientos del Centro de Investigación y Desarrollo INTI-Micro y Nano Electrónica del Bicentenario (CMNB).
La empresa Argenium S.A. fue inscripta en la IGJ el 12 de enero de 2018 producto de ese acuerdo entre el INTI y las empresas de Eurnekian. Su objeto es “el desa-rrollo, producción y comercialización en el mercado local e internacional de productos y servicios vinculados a la micro y nano-electrónica y sus aplicaciones”. Según relatan fuentes del INTI, a los investigadores del CMNB les dijeron que si no se empiezan a vender las patentes de sus trabajos no se justifica seguir pagándoles un sueldo.
El documento en el que se fijan las condiciones del emprendimiento tiene sus particularidades:
n El Estado es socio minoritario, con el 49 por ciento de las acciones.
n Para eso, las compra por 49.000 pesos, pero se fija que ese dinero, en verdad, será descontado de los dividendos que le correspondan al INTI de las ganancias de la empresa en los próximos tres años.
n Las empresas Unitec Blue S.A. y Unitec Soluciones S.A. –dos empresas creadas por Eurnekian para el desarrollo de chips, por ejemplo, para los DNIs– se quedan, a través de Argenium, con los derechos de comercialización de los desarrollos de ese área del INTI por veinte años. Tendrán exclusividad durante dos décadas.
n En ningún lugar, se menciona cuál fue el criterio de selección de estas dos empresas, más allá de las alusiones a que son líderes en el mercado. Tampoco se advierte que hayan pasado por algún tipo de mecanismo licitatorio, o siquiera una contratación directa, dado que el mecanismo es ser socios en una empresa. En ningún punto tampoco queda claro cuál es la contraprestación que le da al Estado el sector privado.
Argenium fue creada con un capital de 100 mil pesos. Cada acción vale un peso. Según el acuerdo, como las empresas de Eurnekian tienen las acciones clase A (mayoritarias), nombran dos directores titulares y el INTI tiene derecho a nombrar el tercero. Cada uno nombra uno suplente. El Estado queda en clara minoría en las decisiones.
Unitec Blue fue creada por Eurnekian en 2012 como una empresa destinada a producir chips. El empresario aseguró a La Nación que invirtió 1000 millones de dólares en capitalizarla. En su web, se destaca la visita que les hizo la gobernadora María Eugenia Vidal en su planta en Chascomús (donde tuvieron despidos el año pasado). Allí aparece Eduardo Eurnekian, como titular de Corporación América, y quien fue su presidente, el ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen. No obstante, Nielsen se desvinculó de la empresa tecnológica hace tiempo.
Antes debió atravesar un conflicto familiar, dado que el primer hombre a cargo de esa empresa era el sobrino de Eurnekian, Matías Gainza Eurnekian, quien no abandonó la compañía de forma silenciosa. De hecho, los denunció por los presuntos delitos de usurpación y hurto y consiguió un allanamiento a la sede de Unitec Blue S.A. sobre la calle Honduras en la Ciudad de Buenos Aires. En medio de esa medida, el sobrino de empresario entró a retirar sus pertenencias que, según aseguró, no le habían permitido sacar. Desde la empresa de Eurnekian se limitaron a decir que su sobrino “renunció pública e intempestivamente a su cargo, dejando su puesto de trabajo”. Tras ese escándalo, Nielsen fue un tiempo presidente y luego se fue. El actual presidente es Miguel Gimenez Zapiola, quien también forma parte del directorio de Argenium, la empresa en la que el INTI es socio minoritario y aporta los investigadores estatales.
Consultada por este diario, la delegada del INTI Yamila Mathon sostuvo: “No tenemos registro de antecedentes de que el INTI haya comprado acciones de empresas privadas para absolutamente nada”. “Nosotros creemos que esta compra de acciones o este vínculo con el sector privado es una muestra del proceso de privatización que se va a llevar a cabo, o bien con sectores o bien con líneas de trabajo. Se le va a ir quitando sentido al INTI al punto de llevarlo a su mínima expresión y terminar cuestionando su existencia”, advirtió la delegada. “Mientras se habla de que los despidos tienen que ver con los costos, pero hay plata para esto, así como para una fiesta fastuosa para los 60 años del INTI”, aseguró en referencia a los millones que se gastaron en el aniversario, entre otras cosas, en una escultura de un helado de palito.