El oficialismo logró ayer en Diputados que se convierta en ley el proyecto de modificación de Ganancias que acordó con la CGT y gobernadores. Con 167 votos a favor, 4 en contra y 3 abstenciones se impuso esta reforma, que lejos estará de la promesa de campaña de Cambiemos de que ningún trabajador pagase este impuesto. El Frente para la Victoria no debatió ni votó el proyecto y se retiró del recinto, con excepción de los cuatro sanjuaninos. El proyecto que sintetizó un mes de idas y venidas, en medio de las sesiones extraordinarias que concluyeron ayer, contempla elevar el mínimo no imponible para trabajadores sin familiares a cargo y las deducciones por cargas de familia en un 23 por ciento. Se incluyeron modificaciones en las escalas e incorporaron deducciones por horas extra en feriados y zona patagónica, y mantiene los descuentos por alquileres y viáticos que se encontraba en el proyecto de la oposición. También se mantuvo el mecanismo de actualización automática y anual sobre la base del coeficiente Ripte (salarios).

Cambiemos consiguió apoyo del Frente Renovador, el Bloque Justicialista, el frente progresista de Margarita Stolbizer y Alicia Ciciliani y el Movimiento Evita. El rechazo vino del Frente de Izquierda, mientras que los diputados de Compromiso Federal y Proyecto Sur se abstuvieron. El bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ sufrió otra división, debido a que se quedaron en el recinto y votaron a favor los cuatro diputados sanjuaninos (José Luis Gioja, Ramón Tovares, Graciela Caselles y Sandra Castro). Al inicio del debate, el jefe del bloque FpV, Héctor Recalde, solicitó un “apartamiento del reglamento” para que se vote nominalmente un proyecto de minoría de su espacio sobre reforma de Ganancias. La semana pasada se había hecho un pedido similar pero con toda la oposición alineada -con excepción de la Izquierda- y se logró imponer la propuesta y desechar la iniciativa oficial original. Esta vez el resultado fue el rechazó del tratamiento de ese dictamen de minoría por 141 votos en contra, 51 a favor y 12 abstenciones. Tras la votación, casi todo el FpV-PJ se retiró del recinto.

Con la ausencia del kirchnerismo y la condición de que las exposiciones fueran más breves que lo acostumbrado, el debate derivó en un tratamiento express del proyecto. El encargado de abrir el juego fue el diputado y presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuesto, Luciano Laspina (PRO), quien planteó que la oposición “buscó imponer un proyecto que no era conveniente”. Aunque la intención del oficialismo era tratar el tema el año próximo, además de incumplir la promesa de campaña de eliminar este impuesto para los trabajadores, Laspina definió el proyecto en tratamiento como una “reparación histórica”. Luego hizo propia iniciativas como la recomposición por viáticos, alquileres y por zona desfavorable (Patagonia) y la exención (con límites) del aguinaldo y las horas extras, incluidas en la reforma consensuada por la oposición. Luego alabó la labor de la CGT, la cual, dijo, “no come vidrio y desde 1945 que defiende a los trabajadores”.

El radical Luis Pastori insistió en que el impuesto, que de ahora en más será llamado a los Altos Ingresos, es el más progresivo de todos. “Por eso apoyamos enfáticamente este proyecto”. La diputada Silvia Lopennato (PRO), quien hace 15 días había protagonizado una encendida exposición luego de que se rechazara el proyecto original, habló de una vuelta al camino del diálogo y consenso. “Pasamos momentos difíciles en el que creíamos que retrocedíamos de ese camino. Quiero pensar que lo que nos pasó la semana pasada fue una recaída y que después de eso se comienza con más fuerza”, agregó.

El diputado y sindicalista Héctor Daer insistió en que, tal como había prometido el gobierno, “ningún trabajador en convenio debería estar alcanzado por este impuesto”. El presidente del Bloque Justicialista Oscar Romero criticó las dilaciones del gobierno para tratar el tema y defendió el proyecto acordado con toda la oposición como más abarcativo. De todos modos, reconoció que en la discusión no nos podemos llevar todo y que lo que había hecho el movimiento obrero había sido “llegar a lo mejor que se pudo llegar”. “Que hayamos acordado no significa que estemos todos felices ni que este proyecto sea el mejor de todos. Al proyecto le falta muchísimo, deja mucho que desear”, dijo, pero reivindicó “la tarea de todos” los que participaron de las negociaciones, incluidos sus pares del FpV-PJ.

Puntos clave

El aumento del mínimo no imponible para el año próximo se ubica en 22,8 por ciento, más cerca del 15 por ciento de proyecto original que del 47 de la propuesta de la oposición. En cuanto a las alícuotas, se pasa del actual esquema de siete tramos que van de 9 a 35 por ciento, a uno de nueve con porcentajes de 5 a 35 por ciento. Se podrá deducir el 40 por ciento del alquiler hasta un límite anual de 51.967 pesos, siempre que el contribuyente no sea titular de un inmueble (en forma total o en parte).

El mínimo no imponible para jubilados será el equivalente a 6 jubilaciones mínimas. El titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, aseguró que con esta actualización “cerca de 144 mil jubilados estarán afectados al impuesto a las Ganancias”. “Hoy estamos en un 3,8 por ciento del total de jubilados que pagan y con la aprobación del proyecto se reducirían al 2,5 por ciento”, sostuvo.

Se incorporó al gravamen a magistrados, funcionarios y empleados del Poder Judicial de la Nación, de las provincias y del Ministerio Público de la Nación, cuando su nombramiento se produzca a partir de 2017. Las horas extras quedarán exentas cuando se trate de días feriados o no laborables. Los viáticos (sólo para determinadas actividades) podrán deducirse hasta el 40 por ciento, con un límite anual de 20.787 pesos. Las deducciones para la Patagonia se elevan un 22 por ciento por encima de las del resto del país. Tanto la actualización de los límites de los tramos de la escala, como las deducciones, se realizará de acuerdo a la evolución del RIPTE. Para los monotributistas las escalas se incrementan en un 75 por ciento.

Se mantiene el esquema de gravar las apuestas (se espera recaudar 9.000 millones de pesos) y se incrementa la alícuota del impuesto a las Ganancias para las utilidades de las actividades derivadas del juego, del 35 al 41,5 por ciento. Habrá además un impuesto del 15 por ciento a las rentas de operaciones especulativas con dólar futuro, por única vez. No se gravará la renta financiera.