A primera vista, El volcán parecería ser la continuación natural de otra antología de cómic, Informe. Comparten compilador (José Sainz) y editorial (EMR, de la municipalidad rosarina). Sin embargo, El volcán incorpora al proyecto la figura de Alejandro Bidegaray como compilador y a su sello Musaraña como co-editor. Y aunque puede advertirse cierta continuidad estética entre ambos libros, lo cierto es que El volcán no sólo abre sus puertas a historietistas del resto del continente, sino también a autores de otras generaciones.

Jazmín Varela

 

Informe buscaba captar un momento de la escena historietística argentina emergente. El volcán da cuenta de un estado de situación en el continente. Con algunos recortes, claro. La línea editorial sigue ahí, en los pibes que están renovando la escena desde la estética. De hecho, de la troupe argentina aparecen Juan Vegetal, Muriel Bellini y Jazmín Varela, por ejemplo.

Pero éste tomo también incorpora referentes claros que hace rato la vienen rompiendo. La ecuatoriana PowerPaola lleva años consagrada como historietista y ahora la adaptación de su Virus tropical llegó a los festivales internacionales de cine, incluyendo la competencia oficial del Bafici. Jesús Cossio es el mejor autor de historieta documental de América latina y El Volcán incluye uno de los pasajes más intensos de su trabajo en torno a Sendero Luminoso y la represión paraestatal en Perú. Los uruguayos consideran a Maco uno de los principales exponentes de su generación. Marco Tóxico, en Bolivia, es un hito ineludible en el mapa regional, así como Truchafrita en Colombia o Fabio Zimbres en Brasil.

Fabio Zimbres

 

Es cierto que Zimbres nació en 1960, pero es que El volcán, saludablemente, incluye esos eslabones generacionales que permiten ver las tentativas previas en torno a las estéticas que están dominando la escena emergente. Así, es razonable que la antología le dé lugar a Diego Parés, humorista de la revista Barcelona y el diario La Nación, y más aún que le ofrende a Max Cachimba varias páginas (que el autor rosarino dedicó al tanguero Edmundo Rivero), entre los argentinos.

Los peruanos, en general, la rompen en este libro. Cossio, Rodrigo La Hoz, Jorge Pérez-Ruibal y Amadeo Gonzales la descosen. De Chile también aparecen algunas cosas piolas: Jorge Quien (ya publicado en Argentina) y Maliki, en dos registros muy distintos, están realmente bien. Y de Colombia hay una inclusión muy buena con La Watson.

Además, El volcán incluye algunas historietas “migrantes”, de autores en tránsito de un país a otro. Ahí hay cosas interesantes de leer, también, como lo de Julia Barata (a medio camino entre Portugal y Argentina) que tiene unos juegos gráficos muy logrados. Pero la mayor particularidad la tienen los autores brasileños: todas sus historietas están en su idioma original, y el libro incluye un pliego sueltito con la traducción de cada diálogo y cuadro de texto.