La jueza de Garantías Patricia Alonso negó el arresto domiciliario a los los sacerdotes Nicolás Corradi y Horacio Corbacho, acusados de abuso sexual y corrupción en el Instituto Próvolo de Mendoza, por lo que ambos imputados continuarán detenidos en el complejo penitenciario Boulogne Sur Mer, donde también están alojados por la misma causa un monaguillo, un empleado y un jardinero. Contra el cura Corradi, de 82 años,  pesan también acusaciones radicadas en Italia por hechos similares ocurridos en los años ochenta, tras lo cual fue trasladado a Mendoza. La jueza Alonso ordenó que Corradi y Corbacho continúen en la cárcel Boulogne Sur Mer mientras esperan el juicio por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores”.