Steven Spielberg está de vuelta y estrena Ready Player One, una película de ciencia ficción que, según explicó, lo ayudó a despertar de nuevo su imaginación. “La imaginación necesita estirarse. Mi imaginación me demanda ir más allá de lo que fue mi última película y he estado haciendo muchos dramas históricos que no requerían imaginación: requerían precisión histórica y comprobación de los hechos, más como un periodista contando una historia que como un cineasta extendiendo su imaginación”, argumentó. La película, ambientada en 2045, retrata una sociedad hastiada y en declive en la que todo el mundo se conecta a OASIS, una realidad virtual de unos y ceros, en la que hasta la felicidad parece posible. Tras la muerte de su extravagante creador James Halliday, OASIS organiza un concurso para escoger a su nuevo propietario. Con una frenética acción y maestría en el uso de la tecnología, la película inventa un universo lleno de guiños nostálgicos y tiernos a la cultura popular desde videojuegos arcade hasta personajes como King Kong y el Gigante de Hierro.
“La nostalgia es algo diferente para cada uno, pero generalmente significa que creemos que el pasado era más feliz que nuestro presente, así que nos gustaría regresar a días y momentos de felicidad”, indicó el cineasta. “Cuando crecemos, inmediatamente olvidamos que el pasado también estaba lleno de conflictos y de momentos no muy felices de nuestras vidas, pero pensamos hacia atrás y no sobre la cara oscura: sólo pensamos acerca de los momentos oscuros”.
Spielberg en estos últimos tiempos se entregó al cine histórico y al drama periodístico. Y pese a sus constantes referencias ochentosas, con canciones de New Order y Van Halen en su banda sonora, Ready Player One aspira a ser una fiesta para todos los públicos, según expuso el actor Tye Sheridan.