“¿Qué hubieran dicho los reformistas de 1918 de que la minería y las multinacionales financien a la universidad pública?”, se preguntó el dirigente radical Ricardo Alfonsín, en el marco del encuentro Centenario de la Reforma: universidad y democracia, que se realizó ayer en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). El sociólogo y diputado nacional del FpV-PJ Daniel Filmus, la diputada del Movimiento Libres del Sur Victoria Donda, el senador de Proyecto Sur Fernando Solanas y la parlamentaria del Mercosur Fernanda Gil Lozano también participaron del encuentro, en el año del centenario de la reforma universitaria de 1918. La importancia de una nueva ley de educación superior y de una universidad más comprometida con las necesidades nacionales fueron destacadas por los oradores.

En esa línea, Alfonsín subrayó la importancia de que la universidad “no sea una isla” y de que esté al servicio de las demandas de la sociedad. Por ejemplo, resaltó el aporte que podría realizar en relación con el acuerdo de libre comercio que el gobierno nacional discute actualmente con la Unión Europea. “¿Quién sabe en Argentina cuáles son los términos de lo que se está discutiendo con una región del mundo muy asimétrica con nosotros? Son cosas por las que hubo guerras, golpes militares, invasiones. ¿Las universidades no tendrían algo que decir sobre eso?”, se preguntó el ex diputado. El dirigente radical también propuso como tarea para las universidades la creación de un medio de comunicación, que permita “evitar la manipulación de los ciudadanos”, asediados por los grandes medios corporativos. Además, criticó que las universidades públicas reciban financiamiento de empresas privadas, ya que esto puede limitar la autonomía universitaria, una de las principales banderas de la reforma de 1918.

“Las demandas de 1918 son la base, pero hoy no alcanzan”, aseguró el diputado Filmus, luego de celebrar la diversidad de fuerzas políticas representadas en el panel. Y agregó: “Hay una necesidad de elaboración de propuestas. Si nosotros no tenemos las mejores iniciativas, las va a tener el neoliberalismo. Estamos atrasados en la discusión de cuál es la universidad del futuro”. 

El sociólogo afirmó que la reflexión actual sobre la Reforma debe tener como eje central la concepción de la educación como derecho humano, y resaltó la necesidad de que el movimiento estudiantil se movilice y demande nuevas reformas, ya que consideró a la universidad como un “actor indispensable para enfrentar al neoliberalismo”.

“La mejor forma de honrar el espíritu de la Reforma de 1918 es pensar qué universidad tenemos y cuál necesitamos”, aseguró la diputada Donda, y señaló que no haber reformado durante el gobierno kirchnerista la Ley de Educación Superior –promulgada en 1995, durante el gobierno de Carlos Menem– fue una “oportunidad perdida”. La diputada indicó que el movimiento Libres del Sur presenta desde 2012 en el Congreso un proyecto con ese objetivo. Además, destacó el rol de las mujeres en la actualidad universitaria y alertó sobre la ausencia de políticas de género en las casas de estudios. Entre otras cosas, subrayó la necesidad de que se creen centros de cuidado infantil en las instituciones. 

El senador Pino Solanas coincidió con las miradas del resto de los panelistas y resaltó la importancia de “precisar el diagnóstico del hoy” para pensar las reformas necesarias. Además, hizo un repaso histórico de la Reforma y destacó cómo logró romper “estructuras anquilosadas”. Por su parte, la decana de Ciencias Sociales, Carolina Mera, resaltó que el actual contexto de “ataque a la universidad pública” remarca la importancia del debate y la necesidad de “recuperar los desafíos de 1918”. La parlamentaria del Mercosur Gil Lozano, que moderó el encuentro, destacó el carácter “revolucionario” de la reforma de 1918 y el rol que las mujeres tuvieron en ese proceso. 

El debate fue organizado por el centro de estudiantes de la facultad y por la organización Ágora Política. La presidenta del centro, Ayelén Petracca, presentó a los panelistas y destacó como nuevos desafíos de los estudiantes la necesidad de una nueva ley de educación superior y el fortalecimiento del “compromiso con un desarrollo con justicia social”.

Informe: Inés Fornassero.