El reciente estreno de El mecanismo (O mecanismo), la nueva producción de Netflix inspirada en el escándalo de corrupción “Lava Jato” en Brasil, le está generando más de un dolor de cabeza al servicio de streaming. Las críticas sobre la serie subida a la plataforma el viernes pasado generó la indignación de buena parte del pueblo brasileño, por la representación negativa que hace de los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT). La propia ex presidenta dio inicio a la controversia al acusar al creador de la serie, el famoso cineasta José Padilha, de difundir “fake news” (“noticias falsas”) y de mancillar reputaciones. “El director inventa hechos”, escribió Rousseff, molesta, en una nota publicada en su web el domingo. “Él mismo se convirtió en un creador de noticias falsas”, subrayó la ex mandataria. Incluso, según publicó ayer el diario Folha de Sao Paulo, el malestar social se manifestó en un incremento en los pedidos de cancelaciones a la suscripción que el servicio sufrió en territorio brasileño en los últimos días. El mecanismo está disponible en el catálogo que la plataforma ofrece en Argentina.
La ex presidenta, destituida a través de un golpe institucional en 2016, que le permitió al vicepresidente Michel temer acceder al poder, criticó en duros términos a la serie. Según escribió, El mecanismo no es otra cosa que una ficción de “narrativa progolpe”, que forma parte “del tono típico del fascismo latente en el país”. Rousseff señaló que la realización de José Padilha (Tropa de elite, Narcos) “miente, distorsiona y falsifica”, acusando al director y productor de “asesinar reputaciones”. La ex mandataria cuestionó el sesgo de la producción, puntualizando que el famoso cineasta sólo esboza una mala imagen del PT.
La crítica principal de Rousseff apunta a que El mecanismo pone en boca del personaje inspirado en Lula una frase dicha en la vida real por un senador del partido del actual presidente. “Hay que detener esta sangría”, dice el Lula ficticio en la serie, para pedir que se detengan las investigaciones de Lava Jato.
En la realidad, la frase que la serie le adjudica a Lula la expresó el senador Romero Jucá, del Partido del Movimiento Democrático (PMDB) de Michel Temer, en una charla con otro político grabada de forma clandestina y que está en manos de la Justicia. La revelación de la conversación en la que Romero parecía pedir la salida de Rousseff para evitar las investigaciones sobre la corrupción (“Hay que cambiar el gobierno para detener esta sangría”) causó un escándalo público en 2016. El PMDB renunció entonces a la coalición gubernamental con el PT y apoyó la ilegítima destitución de Rousseff.
Ante las acusaciones, Padilha salió a defenderse. “Cuando uno dramatiza la realidad, ancla la trama en algunos lugares y la suelta de otros. Eso es así tanto en el documental como en la ficción”, sostuvo el director, en diálogo con Folha. Sin embargo, la ex presidenta fue terminante. “El cineasta no usa la libertad artística para recrear la historia nacional, sino que miente y distorsiona, algo de un pusilánime al servicio de una versión que teme la verdad”, manifestó.
Entre las críticas, Rousseff cuestionó que Padilha dejara entrever en la trama que el cambista y contrabandista Alberto Youssef haya participado de la recaudación de la campaña de 2014, algo que el juez Sergio Moro nunca pudo constatar. Hay que recordar que Yousseff, condenado en la operación Lava Jato, actualmente goza de los beneficios de ser un “delator premiado” y vive en su piso de 300 metros cuadrados en San Pablo. “La mala fe del cineasta es escandalosa: dice que yo tenía cercanía con Paulo Roberto Costa, exonerado de Petrobras en mi gobierno”, agregó en la misiva la ex presidenta, acerca del ex director de la petrolera que confesó que recaudaba dinero para el Partido Progresista (PP).
La serie El mecanismo, compuesta por ocho capítulos, se estrenó el 23 de marzo y está basada en varios hechos y escenarios reales del caso Lava Jato (“Lavado de autos”), considerado como el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil.
Decenas de políticos y empresarios son acusados de haber participado durante años en una trama de corrupción en torno al gigante petrolero estatal Petrobras.