Los asociados de la cooperativa Sancor deberán resolver, el 12 de abril en asamblea extraordinaria, si aprueban la venta del 90 por ciento de la empresa a la firma Adecoagro, firma líder y diversificada en diversos rubros agroindustriales. Si se aprueba la propuesta que presentará el Directorio de la histórica segunda empresa láctea del país, Sancor constituirá una sociedad anónima a la cual le transferiría las plantas productoras, los centros logísticos de distribución, las marcas, otros activos operativos y el personal. Así, lo que es hoy una cooperativa de productores perdería su sentido de ser, salvo ser accionista minoritario de la nueva sociedad anónima. Esta última será, entonces, el objeto de la operación de venta al nuevo dueño y operador de Sancor.
A principios de esta semana ya había trascendido que Adecoagro había mejorado su oferta, dejando fuera de combate a la neocelandesa Fonterra (con operaciones en más de cien países) y otras competidoras menores que habían sido mencionadas en diversas oportunidades como potenciales compradoras. Adecoagro tiene negocios en granos (soja, trigo, maíz, girasol) y comercializa a nivel local e internacional arroz, azúcar y etanol. También incursionó en el negocio de energías renovables. En materia de leche fluida, se calcula que cuenta con siete mil vacas en ordeñe, con estándares de producción muy superiores a la media nacional. Hasta ahora no se informó el monto ofrecido por Adecoagro para la compra del 90 por ciento de Sancor, como tampoco se sabe si los tambos que producen para la cooperativa seguirán haciéndolo si se confirma el traspaso. En cambio, trascendió que ya habría un compromiso de que todas las plantas productivas y otras instalaciones operativas continuarán en funciones, asegurando la continuidad de todo el personal actual.
Sancor mantiene una deuda de aproximadamente dos mil millones de pesos con la AFIP. Además, tiene pendiente de aprobación un acuerdo extrajudicial de pago con el conjunto de sus acreedores, que le reportaría una quita del 60 por ciento. El tratamiento y aprobación del acuerdo está previsto para una asamblea a realizarse el 6 de abril.
La crisis de Sancor tiene larga data. No falta quienes la atribuyen a una mala administración, que incluso dilapidó la inyección de recursos que recibió durante el kirchnerismo. Pero el escenario que afectó al sector lácteo en los últimos años impactó duramente sobre la cooperativa que ya venía arrastrando dificultades. El aumento de tarifas energéticas, las limitaciones al crédito blando en la banca pública, el encarecimiento de los intereses sobre su deuda, la llevó directamente a una situación de ahogo que aceleró su crisis.
Un análisis sobre la situación de Sancor de los especialistas Javier Rodríguez, Carla Seain y Paula Rodríguez (publicado en PáginaI12 el pasado 1º de octubre) repasaba, precisamente, el contexto en el que se aceleró su crisis. “La combinación del fuerte encarecimiento del precio del maíz –principal insumo de la producción de leche– con la caída del poder adquisitivo de vastos sectores de la población, todas ellas consecuencias directas de los cambios en las políticas económicas adoptadas, han sido un cóctel explosivo para el sector”, señalaban. “La suma de políticas implementadas y las fuertes inundaciones han reducido la producción de leche en la que constituyó la mayor caída observada en los últimos 25 años. El cierre de tambos se aceleró en el último año y medio alcanzando a un ritmo comparable con el de la crisis de fines de los años noventa y principios de este siglo”, agregaban. Su destino, ahora, será la reconversión de cooperativa a un brazo más de uno de las principales corporaciones del agronegocio en Argentina.