De acuerdo con las cifras difundidas esta tarde, en la Argentina en el segundo semestre de 2017 había casi diez millones y medio de pobres (10,4 millones) y 1,9 millones de indigentes. Si se incorporan los sectores rurales, la pobreza trepa a 13,3 millones de personas.
Frente al primer semestre de 2017, la baja fue de 2,9 puntos porcentuales, al retroceder desde el 28,6 por ciento hasta 25,7 en los últimos seis meses del año pasado.
Por su parte, el nivel de indigencia -comprendido dentro de la medición de pobreza- se ubicó a fines de 2017 en 4,8 por ciento de la población económicamente activa, con una reducción de 1,3 puntos porcentual respecto al período julio-diciembre del 2016.
En medio de esta baja de los índices de pobreza e indigencia, la economía en su conjunto creció 2,9 por ciento, siempre de acuerdo con el Indec, mientras que la desocupación bajó del 7,6 a finales del 2016 al 7,2 para 2017.
En los conglomerados con menos de 500.000 habitantes la pobreza trepa al 26,3 por ciento, mientras que los que tienen mayor población registraron 25,5 por ciento de pobreza.
En ese marco, la Ciudad de Buenos Aires fue la que tuvo el menor nivel de pobreza, con el 9 por ciento; mientras que las mediciones más altas correspondieron a Resistencia, con el 39,2; Santiago del Estero, 38,3, y Concordia, en Entre Ríos, con el 36,1 por ciento.
Tras la difusión de los datos del Indec, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, celebró -a través de Twitter- que “2,7 millones de argentinos salieron de la pobreza en los últimos dos años. Falta mucho pero vamos por el buen camino. Lo estamos haciendo juntos”.