La visita sorpresa a China del líder norcoreano Kim Jong-un despertó las esperanzas en las posibles conversaciones internacionales para poner fin al conflicto nuclear con Corea del Norte. 

Kim viajó en secreto a Beijing para reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, en un visible intento por conseguir su apoyo de cara a las conversaciones que mantendrá próximamente con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y con el surcoreano Moon Jae-in. 

Durante el encuentro con Xi, Kim manifestó el compromiso con la desnuclearización en la península y se dijo dispuesto a dialogar con Estados Unidos y a celebrar encuentros con otros países, señaló la agencia de noticias oficial china Xinhua. “La desnuclearización podría lograrse si Corea del Sur y Estados Unidos responden a nuestros esfuerzos con buena voluntad, crean una atmósfera de paz y estabilidad, mientras a la vez se adoptan pasos (...) en dirección a la paz”, dijo el líder norcoreano.

La visita a Beijing es el primer viaje conocido de Kim fuera de Corea del Norte desde la muerte de su padre, Kim Jong-il en 2011, y la primera vez que se reúne con Xi. 

China informó sobre las conversaciones tanto a Estados Unidos como a Corea del sur, y la respuesta del magnate republicano no se hizo esperar. “Durante años (...) todo el mundo dijo que no había ni una pequeña posibilidad para la paz y la desnuclearización de la península coreana. Ahora hay una buena oportunidad de que Kim Jong-un haga lo correcto para su pueblo y para la humanidad”, tuiteó ayer Trump. “¡Espero ansioso nuestra reunión!”, añadió el estadounidense, que aun así insistió en que mientras tanto se mantendrán las máximas sanciones y presión a cualquier costo. 

El gobierno surcoreano, por su parte, dijo que confía en que la visita de Kim a China contribuya a la desnuclearización y la construcción de la paz en la península coreana. También el primer ministro japonés, Shinzo Abe, hizo referencia a la importancia de la desnuclearización de la región y expresó su deseo de que  Washington también trate el tema de los misiles de corto y medio alcance, que amenazan a Japón.

China y Corea del Norte mantenían tradicionalmente buenas relaciones, pero estas se tensaron a raíz de los ensayos nucleares y las pruebas con misiles norcoreanos. Beijing apoyó incluso las sanciones aprobadas contra Pyongyang en el Consejo de Seguridad de la ONU, y descarta un alivio de esas sanciones, señaló el portavoz de Exteriores chino, Lu Kang.

El líder norcoreano, que no cultivó el contacto con Beijing desde su llegada al poder en 2011, afirmó ahora que las relaciones con China son inquebrantables. “Es una decisión estratégica de Corea del Norte que la amistad con China evolucione bajo las nuevas circunstancias”, dijo Kim, que quiere un intercambio bilateral en un nuevo nivel.