Con gritos, empujones y silbidos se realizó ayer la audiencia pública para analizar las obras en el aeropuerto de El Palomar para convertirlo en una terminal aerocomercial para vuelos low cost. Durante el acto, que había sido ordenado por la Justicia en medio del litigio legal por la instalación del aeropuerto, hubo dos posturas bien diferenciadas. Por un lado, los funcionarios del Gobierno y empresarios del sector a favor de la instalación y, por el otro, vecinos y ONG que se oponen principalmente por cuestiones ambientales y de seguridad. “La Revolución de los Aviones nos permite cercanía y mejorar la calidad de vida de los argentinos. El de- sarrollo aéreo trae progreso y El Palomar está generando progreso”, aseguró el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, en un discurso interrumpido varias veces por los vecinos presentes en la audiencia. El titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Tomás Insausti, aseguró que se realizaron todos los controles requeridos. En tanto, un representante del tradicional colegio Emaús, cuya ubicación se encuentra en un lateral de la cabecera de la pista de aterrizaje, interrogó: “¿Cuáles son las medidas para evitar un efecto LAPA?”.
Por la mañana, en la Biblioteca Pública Giuffra, con más de 180 inscriptos, la audiencia no vinculante comenzó con hechos de violencia. Hernán Sabbatella, concejal de Morón por Unidad Ciudadana, fue agredido por una patota que, según denunció, era afín al Gobierno. “La patota que nos atacó responde al intendente (Ramiro) Tagliaferro”, afirmó, en referencia al mandatario de ese partido bonaerense. En el ínterin, un concejal de Hurlingham, Adrián Eslaiman, y la abogada Julieta Ferrari también fueron agredidos. Según informó, Sabbatella radicó la denuncia en la Fiscalía General del Departamento Judicial de Morón. Dentro de la biblioteca nunca volvió a primar la calma. El más interpelado en su exposición fue Dietrich, quien no se movió de su libreto e hizo uso y abuso de historias cotidianas de dificultosa corroboración.
“Una señora que vende tortas fritas, que lamentablemente no recuerdo el nombre, me dijo: quiero felicitarlo porque no tengo ninguna duda de que el aeropuerto va a mejorar la vida de todos los que viven acá”, relató el funcionario. El ministro insistió en las posibilidades que se abren para los vecinos con la puesta en valor comercial del predio de la base militar: “Significa crecimiento para el dueño de un restaurante, para el que tiene una remisería o un kiosco. Hay muchísimas actividades que crecen a partir de un aeropuerto”. “Hay otro vecino (tampoco dio el nombre) que me dijo que tiene un amigo que le decía que iba a poner un hotel para aprovechar turistas que lleguen a El Palomar”, contó. Destacó también las mejoras en los entornos del aeropuerto y la mayor conectividad, que demandarán una inversión de 1600 millones de pesos. “Pero hay gente con mala intención que ha transmitido miedos inexistentes y se opone a estos cambios”, agregó el funcionario.
El titular de la ANAC aseguró que se constataron las obras en la pista de 2100 metros de largo y 45 de ancho. “Se relevaron las características de pavimentos, estado, capacidad portante, drenajes, ayudas visuales y construcción de los alrededores del aeropuerto”, describió. Según reconoció, el principal trabajo fue “en planes de salvamento de incendio y emergencias aéreas”. Además, las aeronaves que vuelan son modernas y seguras y tienen sistemas redundantes (duplicados)”, afirmó Insausti. Por su parte, el representante del colegio religioso Emaús recordó que en esa institución circulan diariamente 4500 personas, entre alumnos, docentes, padres y empleados. “Y el Emaús está lindante a la pista, por lo que pido que se den precisiones para evitar el efecto LAPA y se realicen estudios sobre impacto ambiental”, agregó.
Nahuel Franco Martínez, de la agrupación Isla Verde, consideró necesario que se haga una reserva ecológica en el predio, mientras que distintas ONG pidieron que se respete el espacio de memoria del lugar, dado que desde ese aeropuerto partían vuelos de la muerte durante la última dictadura. Tras varias interrupciones, Dietrich finalizó su alocución y presentó un video. “Esto va a resumir mejor que yo lo que va a representar este aeropuerto en términos de desarrollo”, dijo el funcionario. “El video no anda. Lo pasamos después cuando esté mejor preparado”, le informaron a Dietrich antes de que abandonara el escenario.