Una pareja de jóvenes que caminaba de la mano cerca de la estación de trenes de Quilmes fue víctima de un ataque homofóbico, cuando dos varones que, previamente los habían insultado, comenzaron a golpearlos en plena calle, sin que nadie interviniera aunque eran cerca de las 7 de la mañana. Luego de recibir y tratar de detener el ataque y ya ensangrentados por los golpes, Matías Villalba y Ariel Croce (foto), de 26 y 25 años respectivamente, pidieron ayuda en la estación, pero el guardia de seguridad los echó por causar “disturbios”; por lo cual recalaron en la plaza cercana y desde allí llamaron al 911. El patrullero llegó una hora y media más tarde. “Los policías no nos dieron ninguna solución, nos preguntaron si necesitábamos asistencia médica, dijimos que no. Después dijeron que iban a ir a hablar con la gente de la estación de tren, pero se retiraron. Y nos dejaron ahí. Yo sólo atiné a llamar a mi viejo, que vive en Bernal. Nos vino a buscar, a socorrer. Necesitábamos sentirnos cuidados”, detalló Villalba en diálogo con PáginaI12. Ayer, luego de que lo sucedido trascendiera porque una amiga de la pareja contó el ataque en Facebook, los jóvenes fueron recibidos en el Inadi, dos de cuyos funcionarios los asistirán para radicar la denuncia formal y que se investigue la agresión.
“Nunca habíamos padecido un ataque físico. Creo que lamentablemente el homosexual acá, en Argentina, está acostumbrado a lo que es el insulto verbal, el ‘eh, puto, qué onda’, pero nunca pensás que puede llegar a la violencia física. Y cuando estás de ese lado no entendés nada, no entendés por qué pasa, por qué estás en ese momento. No entendés nada. Yo solamente estaba pasando por el lugar equivocado en el momento equivocado, con las personas equivocadas alrededor”, dijo a este diario Villalba. Tanto él como Croce, señaló, confían en que las actuaciones judiciales que comiencen una vez que radiquen formalmente la denuncia, el martes, próximo día hábil, tengan “un efecto concreto” y se pueda hallar a los dos agresores que los golpearon el 24 de marzo en la mañana. “Sabemos que en lugar donde nos atacaron hay cámaras de seguridad, la fiscalía puede pedir el material y revisarlo”, añadió.
El 24 de marzo alrededor de las 7 de la mañana, después de salir de una fiesta, Villalba y Croce se dirigían a la estación de trenes de Quilmes, cuando dos hombres que estaban tomando cerveza en la vereda comenzaron a insultarlos. “Nos tiraron cerveza encima, yo insulté porque nunca me la vi venir y ahí, medio segundo después, lo primero que recibimos fueron trompadas por la espalda. Así empezó todo. Nos golpeaban y no podíamos defendernos al 100 por ciento porque estábamos pendientes uno del otro, que también estaba siendo golpeado”, recordó Villalba.
En medio del ataque, Croce cayó al piso por los golpes. “Me preocupé, porque si había una patada más, si de un golpe quedaba inconsciente, no sabíamos cómo podía terminar todo. Lo pude agarrar a Ariel, cruzamos corriendo la plaza, y fuimos a la estación para pedir ayuda”, añadió el joven. Mientras ellos corrían hacia allí, los hombres que los habían atacado se esfumaron.
Villalba esperó en la plaza, “adolorido, con un ojo hinchado”, y Croce ingresó en la estación para pedir ayuda. “La chica que estaba atendiendo en la boletería, cargando la Sube, lo trató mal. Lo vio con la cara ensangrentada y lo hizo esperar, después llamó a un interno y apareció un guardia de seguridad, que cuando ve a mi novio le pide que se retire, porque estaba ocasionando disturbios”. Desde la misma plaza, un rato después, llamaron al 911. “Llamamos varias veces, porque queríamos que quedara registrado que estábamos allí, porque los de la estación nos habían dejado en la intemperie, con los agresores por ahí, no sabíamos si no iban a volver. Estábamos lastimados, no con algo de tanta gravedad como para recibir asistencia médica pero sí necesitábamos sentirnos cuidados”, recordó Villalba. El patrullero llegó hora y media después. “Y no nos dio ninguna solución”.