Juan Martín Del Potro jugará hoy contra el estadounidense John Isner por las semifinales del Masters 1000 de Miami, en el que está buscando su tercer título consecutivo después de ganar Acapulco y el Masters 1000 de Indian Wells. Del Potro, ubicado actualmente en el sexto puesto del ranking ATP, se enfrentará con Isner (17°) por décima vez, desde las 14, con televisación de ESPN. En el historial entre ambos, el tandilense le ganó en seis de los nueve partidos en los que se enfrentaron. La última ocasión en la que estuvieron frente a frente fue en los cuartos de final de París 2017, y se impuso el estadounidense de 2,08 metros.

El argentino, de 29 años y 1,98 de estatura, terminó con muchos dolores después del partido de cuartos de final que le ganó al canadiense Milos Raonic (20°) 5-7, 7-6 (7-1), 7-6 (7-3), en dos horas y 52 minutos. Y fue el 15° triunfo seguido para él.

“Si me quedaba algo de energía, la gasté toda”, declaró Del Potro luego del partido, al que calificó de “agotador, física y mentalmente”. “Física y mentalmente estoy con lo justo. Tengo dolores por todo el cuerpo. Espero estar bien para semifinales”, expresó el tandilense, campeón de la Copa Davis con Argentina en 2016, que aprovechó el día libre de ayer para descansar y recuperarse.

Para Del Potro, la mayor virtud del encuentro ante Raonic fue “no bajar los brazos”, ya que el canadiense lo exigió mucho más que cuando se enfrentaron en Acapulco, dos semanas atrás. La gente estuvo del lado del argentino en el Crandon Park, aunque ahora que enfrentará al local Isner seguramente el apoyo no será el mismo.

Isner viene con menos desgaste físico, ya que en cuartos venció cómodamente 6-1, 6-4 al surcoreano Hyeon Chung (19°), en una hora y ocho minutos de juego. En octavos, el estadounidense dejó en el camino al top ten croata Marin Cilic (tres del mundo).

“Frente a Isner, sin dudas será un partido muy difícil también, él y Raonic son dos jugadores similares, son temibles con el saque”, destacó el argentino. Por su parte, Isner dijo luego de vencer a Chung que sólo se ocupó “de sacar muy bien. A partir de ahí pude hacer los disparos correctos. Mantuve la calma y permanecí relajado. La forma en que jugué esta semana fue muy postiva”. 

El argentino, más allá del buen presente que está atrevesando, no se olvidó del largo período que lo tuvo inactivo por las cirugías en su muñeca izquierda. “Aquellos momentos me hicieron pensar en el retiro, no quiero recordarlos. Lo importante ahora es que estoy sano, eso es lo fundamental. Cuando hay salud‚ esto (el tenis) se disfruta más”, remarcó.

En el caso de ganar este torneo, el jugador –alcanzaría el tercer lugar en el escalafón mundial– sería el primer argentino en quedarse con el quinto “grande”, pero el segundo en el país, debido a que Gabriela Sabatini lo obtuvo en 1989.

La otra semifinal la protagonizarán el español Pablo Carreño Busta, que derrotó ayer 6-4, 5-7, 7-6 (8-6) al sudafricano Kevin Anderson, y el ganador del partido que protagonizaban anoche el alemán Alexander Zverev y  el croata Borna Coric. Este último partido tendrá un “efecto secundario” para Del Potro, ya que si el argentino le gana a Isner y pierde Zverev, Del Potro se asegurará el cuarto puesto del ranking ATP, igualando su mejor posición histórica alcanzada en enero de 2010, y nuevamente en ese mes de 2014. Si Del Potro pierde con Isner se mantendrá en el sexto lugar del ranking.