Carlos Tevez rompió el silencio y no dejó temas sin tocar. Carlitos adelantó que en caso que Boca gane la actual Copa Libertadores tomará la decisión de retirarse un año antes de finalizar su contrato, que vence el 31 de diciembre de 2019. “Es lo que más quiero, no me van a quedar objetivos”, avisó el jugador de 34 años, que regresó al club de la Ribera a principios de este año tras una mala experiencia en el fútbol de China. Además, el ídolo xeneize expresó su preferencia por jugar “de enganche” y no de 9 como lo ubica el DT Guillermo Barros Schelotto, y aclaró que el desgarro sufrido en el sóleo, sobre el que evitó ponerse plazos de retorno a las canchas, fue producto de “un trabajo de potencia en el gimnasio” y no de las “barbaridades que se dijeron”. “No soy tan boludo para exponerme en un picado en una cárcel o jugando al golf”, disparó.

En medio del momento deportivo que vive Boca luego de perder con River la Supercopa Argentina, Tevez manifestó su deseo de llevar a las vitrinas de Brandsen 805 la séptima Copa en la historia xeneize. “Será muy importante demostrar que estamos para grandes cosas. River nos dio un cachetazo fuerte, pero si nos hacemos fuerte como equipo, creo que Boca tiene con qué pelear la Libertadores”, aseguró a TyC Sports el ex Juventus, al tiempo que rechazó las versiones sobre la lesión muscular sufrida la semana pasada, al echar por tierra diversas especulaciones. El Apache aceptó que la inoportuna lesión ocurrió “en un momento duro” por la reciente derrota en el Superclásico y antes de “una final en lo anímico y lo futbolístico”, en referencia al partido del domingo próximo ante Talleres, escolta a seis puntos de Boca en la Superliga. No obstante, insistió que la caída ante River en la Supercopa Argentina “dolió más que ninguna” otra final perdida a lo largo de su carrera. 

Sobre aquel encuentro, Tevez negó que le haya recriminado al colombiano Edwin Cardona por el segundo gol de River y que ello provocara una reacción de Pablo Pérez en el vestuario. “La culpa es de todo el equipo. Lo que tuve que decirle a Cardona lo hice en privado”, señaló y al respecto dijo que el presidente Daniel Angelici “estaba muy enojado” tras visitar al plantel al día siguiente. “Me pareció algo lógico por cómo había jugado el equipo. Delante del plantel nunca lo había visto así. Le fallamos, por eso todo lo que pudo haber dicho en esa conversación fue poco”, aceptó como cierre.