Si la Superliga terminase hoy, sería una para los libros de historia. Y no porque se convertiría en el torneo nacional número 33 de Boca (47 puntos), sino por sus perseguidores. Es que nunca dos clubes que no sean de la Capital, la Provincia de Buenos Aires y la Provincia de Santa Fe han terminado en el podio de un campeonato de Primera. Es más, en torneos con formato de liga, ninguno ha salido siquiera segundo. Este año, Talleres (41) y Godoy Cruz (37) tienen la oportunidad de hacerlo y, si los cordobeses derrotan mañana a Boca, quizá algo más.
Hegemonía
Desde sus inicios, el fútbol argentino ha sido colonizado por los clubes de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Recién a comienzos de la década del 70 y casi treinta años después de afiliarse a la AFA, serían los santafesinos –a través de sus gigantes y colosos rosarinos– quienes lograrían interrumpir la hegemonía porteña-bonaerense, algo que repetirían varias veces más. Sin embargo, ningún club de otra provincia ha sido capaz de alzarse con el título de la máxima categoría. Hasta encontrarlos en los puestos de vanguardia ha sido una peculiaridad en la historia del fútbol local. En adelante, un repaso por los que marcaron algunos hitos.
Ferroviarios
El club cordobés de origen ferroviario es el que más cerca ha estado de tocar el cielo de la Primera División. La irrupción de los Nacionales a partir de 1967, y la coincidencia con un notable plantel en la década siguiente llevaron a Talleres ha terminar puntero de su grupo por seis años consecutivos, alcanzar tres veces las semifinales y, en el torneo de 1977, la final. Pero, por gol de visitante, el título fue para el Independiente de Ricardo Bochini y Daniel Bertoni. Sin embargo, el equipo dirigido por Roberto Saporiti y liderado por Luis Galván, Miguel Oviedo y José Valencia (un año después campeones del mundo) quedaría en la memoria. En 1980, la “T” fue el primer club de afuera de Buenos Aires y Santa Fe en incorporarse a los torneos de Primera y, en ese mismo, salió tercero. Tuvieron que pasar 24 años para que, tras varios ascensos y descensos, Talleres vuelva a entrar a un podio. Fue en el Clausura 2004, cuando con un gran dupla de ataque conformada por el uruguayo Víctor Piriz Alves y Aldo Osorio llegaron a los 35 puntos en 19 fechas, para luego perder la Promoción con Argentinos y retornar a la Segunda División. Claro que algunos años antes, en 1999, llegó el mayor hito en la historia del club cuando los cordobeses, conducidos por Ricardo Gareca y con figuras como Mario Cuenca, Julián Maidana y Rodrigo Astudillo, se quedaron con la desaparecida Copa Conmebol tras vencer a Sportivo Alagoano de Brasil en la final.
Bodegueros
De la mano de una casi perfecta localía (ganó ocho de sus nueve partidos) y a partir de la feroz dupla de ataque compuesta por Santiago García y Juan Garro, Godoy Cruz da pelea en la Superliga y eso ya se hace costumbre. Desde su ascenso en 2008, los mendocinos realizaron varias campañas notables, y se establecieron como una de las plazas fijas en Primera. Sus diez temporadas consecutivas en la máxima categoría es la segunda racha más larga de ese tipo para un equipo de afuera de Buenos Aires y Santa Fe, sólo por detrás de las 13 conseguidas por Talleres entre 1980 y 1993. Sin participación exitosa en los Nacionales –jugó sólo el de 1974 y terminó último en su grupo–, el Tomba ha finalizado tres veces en el podio durante la presente década (Clausura 2010, Clausura 2011 y Torneo 2016). La 2017-18 es, hasta ahora, la tercera mejor campaña del Bodeguero en Primera y la mejor en términos de efectividad como local.
Un campeón, un finalista, un tercero
El fútbol argentino tuvo un campeón tucumano en su historia: fue en 1944 pero por copa nacional (denominada “General de División Pedro Pablo Ramírez”). San Martín de Tucumán sorprendió a todos y se llevó el trofeo tras dejar en el camino a Boca por cuartos de final, por ejemplo. Aquel encuentro terminó empatado pero se definió a favor de los tucumanos por cantidad de tiros de esquina (11-9), metodología que también los hizo superar en las semifinales a Sarmiento de Resistencia (12-7). En en el partido definitorio, frente a Newell’s, llegaron finalmente los goles y la victoria fue por 3-1 ante 18 mil espectadores tucumanos.
En las puertas de la coronación quedó Racing de Córdoba en el Nacional de 1980. El equipo donde Alfio “Coco” Basile hacía sus primeras armas como DT al mando de figuras como Roberto Gasparini y Luis Amuchástegui, ganó la final de vuelta por 2-0 ante Central pero no fue suficiente para revertir el 1-5 sufrido en Rosario en la ida.
También destacable fue el tercer puesto conseguido por Mandiyú de Corrientes en el Clausura 1991. En aquel equipo jugaba, entre otros, uno de los héroes de México 1986, Julio Olarticoechea.
No sólo dos
No termina en Talleres y Godoy Cruz la notoriedad de las campañas de los equipos no provenientes de Buenos Aires y Santa Fe en esta Superliga. Atlético Tucumán, Belgrano, Patronato y San Martín de San Juan también están teniendo desempeños históricos. Los cuatro tienen casi asegurada la permanencia por una temporada más en Primera (los entrerrianos un poco menos) y, de esta manera, alargarían aún más lo que ya es para cada uno de ellos el período más largo de permanencia en la máxima categoría. El Decano, último subcampeón de Copa Argentina y actualmente jugando su segunda Libertadores, ascendió en 2016 y su previo paso por primera duró tan sólo una temporada, la 2009-10. Belgrano, con un historia mas vasta en primera que los tucumanos, cumplirán la temporada que viene su octava consecutiva en la máxima categoría (su anterior más durarera fue de cinco temporadas, desde la 1991 hasta 1996). El Santo sanjuanino, por su parte, ascendido en 2015, irá por su quinto año en la A, superando ampliamente su previa estadía más larga (dos temporadas, de 2011 a 2013). Por último, los de Paraná, ascendidos en 2016, de no suceder ninguna catástrofe, le darán como mínimo un año más de vida a su primera experiencia en la cúspide del fútbol nacional.