Suben las temperaturas, colapsan los sistemas de energía eléctrica y todo aquello que era confort y sofisticación a la hora de garantizar el "clima perfecto" para el hogar, muestra su cara inhóspita y agudiza las tensiones sociales. La tecnología que promete un mundo mejor deviene en infierno cuando la escena se queda sin luz. Para esos momentos tan especiales, el dramaturgo rosarino Juan Pablo Giordano escribió Mi vecino es un WiFi, obra que se estrena el próximo 6 de enero en el Ciclo Un Verano Fresquito, coproducción entre el Teatro Municipal La Comedia y un elenco de artistas locales dirigidos por Juan Nemirovsky.

Un grupo de vecinos se muda a un edificio "hiper tecnológico" para evitar el contacto con otros; los celulares conectados activan todos los servicios del complejo, desde abrir y cerrar las puertas, levantar la tapa del inodoro, hasta destapar las cañerías.

Pero nada decía en el contrato de los cada vez menos "imponderables" cortes de luz, que ya son moneda corriente y forman parte de la cotidianeidad de una comunidad que más allá de promesas electorales, sigue padeciendo la debacle de un sistema obsoleto.

Pero no sólo estalla la "inteligencia" de un edificio creado para resolverlo todo, sino que saltan los fusibles de una convivencia, puesta a prueba en esta comedia donde los enredos ya no son los habituales del género, sino el producto de invisibles cables que aunque no se vean, terminarán por anudar más las ya conflictivas relaciones "familiares".

"Este proyecto surge desde el Teatro La Comedia, con la idea de seguir fomentando la temporada veraniega teatral rosarina. En principio el dramaturgo Juan Pablo Giordano acerca un texto de su autoría y me convocaron a mí como director", dijo a Rosario/12 Juan Nemirovsky.

Este notable actor rosarino, formado en el grupo Rosario Imagina, fue convocado en diversas oportunidades por el creador y director Rody Bertol para asumir el rol de la dirección en obras como Enter Dylan (bordes, restos y confesiones), escrita por Bertol y estrenada este año,  y Heroínas (2015), que también se repuso esta temporada.

Nemirovsky convocó para este estreno a un elenco dúctil y probado en los registros de comedia, como Juan Pablo Yévoli, María Laura Silva, Maru Lorenzo, Mumo Oviedo, Romina Tamburello y Tincho Ovando, contando con el aporte de Simonel Piancatelli en la asistencia de dirección.

‑ ¿Partiste del texto de Giordano o de improvisaciones previas?

- La obra parte enteramente de los diálogos y la estructura dramática de Juan Pablo, que tiene un potencial de identificación muy popular, después fuimos retrabajando situaciones en los ensayos, básicamente lo que más nos divertía.

En el trabajo conjunto con un prolífico creador como Giordano, Nemirovsky resalta la generosidad y la apertura del autor respecto de su propia dramaturgia. "Todavía queda mucho más por trabajar, pero sin esta actitud de Juan Pablo no hubiese podido llevar adelante el trabajo, ya que creo que el actor desde adentro siempre puede tener una lectura muy lúcida de la situación y generar un material muy valioso", dijo el director.

Desde el 2013 La Comedia Teatro Municipal realiza ininterrumpidamente el ciclo de teatro de humor en los meses de enero y febrero, posicionando a Rosario ‑según sus responsables‑ como una importante plaza teatral para las temporadas de verano.

Como quien oye llover, unipersonal de Juan Pablo Geretto; Dios los cría, interpretada por Andrea Fiorino y Salvador Trapani; Sospechosos (comedia picaresca dirigida por Pablo Razuk); Arrabalera, mujeres que trabajan (unipersonal de Mónica Cabrera); y Monólogos del Paraná (Liliana Gioia y Juan Carlos Abdo); fueron algunas de las variadas propuestas que pasaron por este ciclo.

- Se privilegia el tono de comedia para "el verano fresquito", sin dejar de profundizar un tema tan polémico como el de la invasión tecnológica...

- Juan Nemirovsky: Sí, las dos cosas, acorde con el perfil y la historia de este ciclo, se privilegia un tono de comedia pero se intenta profundizar sobre un tema como la tecnología y las nuevas maneras de comunicarnos, que modifican y seguirán modificando nuestra forma de vincularnos.

Mi vecino es un Wifi se plantea, según sus protagonistas, como una comedia romántica, con personajes que deberán encontrarse para comprender que las relaciones se construyen cuerpo a cuerpo y que todos buscamos lo mismo: "Alguien para reírnos, mientras chateamos con otros".

- Seguís siendo convocado para la dirección, ¿cómo asimilás este paso trascendental en tu carrera de actor?

- Me considero aún un actor que a veces dirige y me siento muy sostenido desde ese lugar de actor para dirigir, con mucho agradecimiento a estos actores por la confianza. También al grupo Rosario Imagina, donde me formé, y en especial a Rody Bertol por haberme incentivado en la experiencia de dirigir.