“Más allá de lo que digan los porcentajes de pobreza, no vemos un cambio.” Con esa afirmación, el padre Pepe Di Paola salió a cuestionar la supuesta baja de la cantidad de pobres e indigentes celebrada por el presidente Mauricio Macri. Para el cura católico, no solo que “no se visualiza lo que se dice” desde el Gobierno, sino que hay situaciones que “empeoran” la vida de los sectores más vulnerables, como tarifazos: “La gente no tiene trabajo o tiene un ingreso por un subsidio. A ellos les va a ser muy difícil terminar el año”, auguró.

En su crítica, el sacerdote, una de las caras más visibles del grupo de Curas Villeros, puntualizó que algunos de los problemas que ellos enfrentan en los barrios “son similares a los desafíos” que los curas tercermundistas afrontaron hace 50 años. En la coyuntura actual, indicó, “no se visualiza lo que dice” el Presidente.

“Se habla del 30 por ciento de pobreza, según el estudio de la UCA. Y el Indec dice que es del 25. Nosotros no vemos un cambio. No hay una diferencia en lo cotidiano”, dijo durante una entrevista por radio La Patriada. “Hay mucho trabajo precarizado y gente que no encuentra trabajo”, testimonió.

Por eso, aseguró, las subas de tarifas van a “complicar” más la realidad de los hogares más pobres del país. “Las garrafas habían aumentado mucho, están a 300 pesos”, dijo para cuestionar la nueva suba del 40 por ciento que a partir de esta semana comenzará a regir en el gas.

Una realidad muy similar narró desde Córdoba el cura Mariano Oberlin, párroco del Barrio Müllen, uno de los más pobres en esa provincia. “Siempre he visto carreros, pero lo que empiezo a ver ahora son familias enteras con niños hurgando en la basura. Esto es algo que no había visto nunca en los ocho años que estoy”, dijo en una charla con radio GEN.

Respecto de los índices oficiales que dicen que hay menos pobres, el sacerdote católico puntualizó que “la verdad es que en el barrio no se ve ningún tipo de mejora”. Al contrario, sostuvo, “no tengo ningún tipo de estadísticas pero sí la percepción de que cada vez hay más gente en situación de vulnerabilidad”.

No obstante, Oberlin reconoció que “si bien hay algunas medidas que han ayudado a paliar esta situación, no han logrado cambiar el trasfondo, la cuestión estructural de la pobreza”. Por eso, reflexionó, “en esta Semana Santa también recordamos las cruces que pesan sobre las personas que viven en nuestros barrios”. A pesar de todo, concluyó, “como es Pascua, estamos llamados a resucitar”.