El fiscal de Causas NN, Gustavo Ponce Asahad, abrió ayer las puertas de su despacho para recibir el testimonio de un grupo nutrido de militantes políticos y de derechos humanos, quienes en las últimas horas vieron recrudecidas las amenazas en sus teléfonos personales.

En rigor, desde principios de marzo miembros de organizaciones políticas, sociales pero básicamente defensoras de derechos humanos habían comenzado a recibir amenazas por WhatsApp. Hasta el viernes, la pesquisa tenía un ritmo determinado, pero en las últimas horas recrudecieron el tono y la virulencia de los textos, por lo cual el fiscal, que tenía previsto escuchar a los denunciantes el martes próximo, decidió adelantar esa audiencia.

"Las amenazas son cada vez más graves. Y ahora también apuntan al fiscal Adolfo Villate", expresó una fuente de Tribunales para remarcar el estado de alerta. "Zitelli vive" es uno de los nuevos grupos creados. Ponce Asahad prometió que "estás amenazas no van quedar impunes".

Uno de los mensajes intimidatorios tiene la rúbrica de una persona que se presenta como el "nuevo Videla" y apunta hacia Villate. Los textos escalaron en la gravedad de las amenazas. Mario López, dirigente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh), explicó que los mensajes empezaron el 8 de marzo y se agravaron después del 24 de marzo. El 27 hubo otro giro: a partir de entonces contienen alusiones a familiares directos.

Quienes reciben los mensajes son en todos los casos dirigentes de derechos humanos, sobrevivientes de centros clandestinos de detención, dirigentes sociales y fiscales. "Prepárense para ser secuestrados" sostiene uno de los textos. "Es alguien que está informado de algunas cosas. Como por ejemplo de los juicios", sostuvo López.

Nadia Schujman, militante amenazada y abogada del grupo denunciante, explicó: "Aportamos los nuevos elementos que surgieron cuando empezaron a aparecer estos grupos que se empezaron a reproducir con mucha virulencia, y hasta ahora siguen muy activos. Tras nuestras declaraciones la fiscalía despachó nuevas medidas".

Schujman explicó a este diario que "lo distintivo de las últimas horas es que siguieron amenazando con fotos y mensajes". Los nuevos grupos "también van mutando como los anteriores -dice Schujman-, hablan del nuevo Videla, así como cambian sus nombres por los de 'Muerte a las que denuncian' que después se transformó en 'Fiscales hijos de puta'". La abogada reveló que "los teléfonos son de distintos lugares, incluso de Estados Unidos, van cambiando de provincias, y de países".

Los mensajes fueron recibidos, entre otros, por las diputadas Josefina González y Lucila De Ponti; concejales como Norma López, Eduardo Toniolli y Marina Magnani; la dirigente social Alejandra Fedele, integrantes del movimiento de derechos humanos como Ana Moro, Juane Basso, dirigentes sindicales como Javier Almirón y Paulo Juncos, y el ex defensor general Gabriel Ganón.

Del encuentro participaron Iris Pérez, Pablo Alvarez y Cristina Solano, entre otros.