Los palestinos de la Franja de Gaza enterraron ayer a sus muertos, un día después de que una gran manifestación terminara con 16 personas asesinadas por el Ejército israelí en el día más sangriento en la región desde 2014. Ayer, hubo más heridos en un nuevo enfrentamiento en la frontera.
Pese a la indignación por la matanza, el temor pareció pesar más, y unas pocas decenas de personas se acercaron al campamento levantado a lo largo de distintos tramos de la frontera con Israel para reanudar protestas que los palestinos pretenden prolongar durante seis semanas. El Ministerio de Salud de Gaza dijo que las vidas de 10 personas que sufrieron heridas no están en riesgo.
Miles de residentes de la franja participaron de los funerales de 14 de los muertos –los otros dos fueron enterrados el viernes mismo–, algunos de ellos con banderas palestinas y al grito de “¡Venganza, venganza!”. El grupo islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, dijo que cinco de los muertos eran integrantes de su organización que estaban participando, según afirmaron, de eventos populares lado a lado de la gente.
“¿Dónde están, árabes? ¿Dónde están, musulmanes?”, clamaban los familiares en uno de los funerales, llamando al mundo árabe e islámico a intervenir.
Los entierros se celebraron en coincidencia con una huelga general tanto en la región como en los territorios de Cisjordania, que están separados de Gaza por Israel. Jóvenes palestinos tiraron piedras a soldados en la ciudad cisjordana de Hebrón, y hubo una protesta similar en la cercana localidad de Naplusa, informó el Ejército israelí.
Ayer, Israel defendió las acciones realizadas por sus soldados el viernes, cuando tropas abrieron fuego contra palestinos que se separaron de la protesta principal cerca de las carpas –donde había decenas de miles de personas– y se aproximaron a la fortificada valla que encierra a la Franja de Gaza. El Ejército israelí dijo que disparó sólo cuando fue necesario defenderse de quienes arrojaron piedras, bombas incendiarias y neumáticos rodantes prendidos fuego contra los soldados. También denunció intentos de dañar la valla y de infiltrarse en Israel, y hasta un intento de ataque a tiros contra soldados que no causó víctimas.
En contraste, los palestinos acusaron a Israel de uso desproporcionado de la fuerza, y grupos de derechos humanos cuestionaron la utilización de munición real contra los manifestantes.
Además de los 16 muertos, más de 1.400 personas sufrieron heridas o trastornos, 758 de ellas por balas de plomo, y el resto por balas de goma e inhalación de gases lacrimógenos, según el Ministerio de Salud de Gaza. No hubo víctimas entre las fuerzas israelíes.
La Franja de Gaza se enfrenta a una crisis humanitaria cada vez mayor, exacerbada por el bloqueo impuesto por Israel y Egipto desde que Hamas llegó al poder hace más de una década. “Lo que pasó ayer es una muestra de la rabia de los palestinos, sobre todo de la gente de Gaza, ante un mundo que ignora su situación a nivel nacional y humanitario”, señaló el politólogo Mechemar Abu Sada, de la Universidad Al Azhar de Gaza. “Lo ocurrido el viernes puede repetirse el día de la Nakba (15 de mayo), y entonces puede volverse más violento”, advirtió.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, declaró un día de duelo y dijo en un discurso que Israel debe hacerse responsable de cada muerte. “El gran número de mártires y de gente herida en una manifestación pacífica y popular muestra que la comunidad internacional debe intervenir para suministrar protección al pueblo palestino”, señaló.
Del otro lado de la Franja, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu felicitó el sábado al ejército, según dijo, por haber protegido las fronteras del país tras la manifestación del viernes. “Muy bien por nuestros soldados”, escribió en un comunicado. “Israel actuó con firmeza y con determinación para proteger su soberanía y la seguridad de sus ciudadanos”, agregó Netanyahu.
Un vocero militar israelí aseguró que los eventos de ayer no fueron una manifestación de protesta sino lo que calificó como una actividad terrorista organizada. El portavoz acusó a Hamas de estar detrás de lo ocurrido, al tiempo que amenazó con medidas militares más duras. “Si esto continúa, no tendremos otra opción que responder dentro de la Franja de Gaza contra blancos terroristas que, entendemos, están detrás de estos eventos”, agregó el general Ronen Manelis en declaraciones a periodistas, informó la cadena BBC. Un video grabado por un camarógrafo palestino y publicado por mediso israelíes muestra a un joven palestino de 18 años disparado por la espalda mientras huía de la zona fronteriza. Por el momento, el Ejército israelí no comentó las imágenes, informó el portal israelí Ynet.
La protesta de seis semanas comenzó el Día de la Tierra, cuando los palestinos conmemoran la muerte de seis árabes desarmados en Israel en 1976. Las protestas continuarán hasta que Estados Unidos abra su nueva embajada en Jerusalén, el 4 de mayo, una medida que causó indignación entre los palestinos, que quieren que el sector oriental de la ciudad, que Israel ocupó y se anexó, sea la capital de su futuro Estado. El 14 de mayo, además, se cumplen 70 años de la creación de Israel, un evento que los palestinos califican de Nakba (catástrofe), y que conmemoran al día siguiente. En la fecha se recuerda a los más de 700.000 palestinos que huyeron o fueron expulsados de sus casas en la guerra que se desató con la creación de Israel, en 1948, entre el nuevo Estado y sus vecinos árabes.