Lucía Figueroa y Florencia Rovetto pertenecen al Centro Interdisciplinario de Género que funciona dentro de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Es un núcleo de trabajo que comprende todas las carreras de esta facultad y se construyó en el año 2008. Desde hace un tiempo son las encargadas de llevar adelante el proyecto de investigación denominado "Género y producción informativa en la provincia de Santa Fe. Radiografía actual del trabajo de mujeres y varones en las redacciones".
"Hemos producido principalmente algunas actividades de docencia, como es llevar adelante la unidad electiva que se llama "Introducción a la perspectiva de género", que está dirigida no solo a estudiantes de esta facultad sino también de cualquiera de la UNR. Fue cursada por la mayoría de los integrantes del núcleo de investigación y en el marco de los contenidos y perspectivas teóricas que manejamos en esta electiva es que se elije algunas temáticas de investigación", dijo Rovetto.
Este estudio se propone analizar la participación de mujeres y varones en la producción de contenidos informativos de los medios de la Provincia de Santa Fe, luego de la aprobación en 2009 de las leyes de Servicios de Comunicación Audiovisual y de Protección Integral para prevenir, sancionar, y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrolle sus relaciones interpersonales. "Me pareció interesante ver que pasa hacia dentro de la producción de contenidos, como se van desarrollando las relaciones de poder en el mismo campo de la comunicación, viéndolo desde otro lugar", comentó Figueroa.
"Creo que las cuestiones de género y sexualidad nos atraviesan a todos desde el mismo momento que somos concebidos como sujetos en este mundo. Entonces, no preguntarse en el marco de las carreras de ciencias sociales ni tener una mirada sobre eso, es un gran déficit de la educación de hoy en día. Si nos ponemos a pensar, todo lo que hacemos está atravesado por quienes somos como sujetos generizados, y en esa misma construcción de nuestra identidades, hay violencia.", explicó Rovetto.
Para que el mundo se construya con estas concepciones de dos sexos opuestos y antagónicos debe haber un dispositivo que legitime y perpetúe esa construcción, esos roles. Esta oposición no es naturalmente dada, sino que es parte de una construcción social "y si no podemos intervenir, no podemos resolver ningún problema", reflexionó Rovetto. "No aumentó la violencia de género, es que las mujeres están pudiendo oponerse porque hay cada vez mayor conciencia", agregó.
Hallar el tema de trabajo no fue sencillo. "No quería quedar atrapada en los estudios de contenidos o representaciones de género en los medios, una faceta que ya está siendo investigada por varios lados. Me parecía que había que buscar la vuelta por otro lado, incluir las perspectivas de las relaciones sociales, y de poder ir hacia dentro de las redacciones periodísticas", puntualizó Figueroa.
"Algo que veíamos en las investigaciones que se han hecho es que analizan el producto final que es muy autoevidente, ya que todos podemos ver que muchas publicidades cosifican a la mujer, que los diarios enfocan mayoritariamente a varones, que ubican al poder político tradicionalmente en los varones, las primeras páginas de los diarios están plagadas de masculinos y si no, mujeres que están alineadas con esta forma de construcción de poder. La mayoría de los estudios de comunicación que analizan géneros y sexualidades arrancan por mirar el contenido. Nosotras queríamos ver cómo se construye ese resultado, y cómo se forman los vínculos por dentro de las relaciones. Es importante preguntarse cuáles son los roles y tareas de varones y mujeres en una redacción. ¿Cuántas mujeres trabajan? ¿Cuáles son los costos o dificultades que tuvieron que pasar para llegar a ese puesto?", propuso Rovetto.
"A veces se le exige a la mujer que deje su vida personal porque necesita dedicación completa y en esa ecuación no entra la familia o la idea de ser madre. Se generan situaciones desiguales en el ámbito laboral que son interesantes para analizar". "Si una mujer para dedicarse full time a la tarea periodística tiene que resignar su maternidad o ver la manera de conciliar, probablemente tenga muchas más dificultades que un varón que tiene eso resuelto, porque las tareas domésticas están tradicionalmente dedicadas a la mujer. La cultura periodística está muy masculinizada, en general las mujeres para acceder a mejores lugares de toma de decisiones tienden a masculinizarse o lo padecen", agregó Rovetto.
"Lo que pudimos ver en las encuestas que llevamos adelante es que hay prácticas micro machistas dentro de las redacciones que tienen que ver con la humorada. Se les suele otorgar espacios de expresiones blandas o no de los temas centrales, o secciones dedicadas a la mujer exclusivamente. Los medios alternativos también entran en esta lógica, suele pasar que los espacios principales de las columnas de opinión no son donde figura una mujer", observó Figueroa.
La investigación también buscó un enfoque cuantitativo: sigue habiendo amplia cantidad de hombres trabajando. "Lo llamativo es que dentro de las carreras de Comunicación o de ese estilo, no hay casi contenidos de género como para entender esto", repensó Figueroa.
"Mirar como se distribuyen las tareas y cuales son las problemáticas del género femenino es fundamental. Es la única manera de generar propuestas de cambio. Deberíamos formar mecanismos para que en el mundo de la publicidad, los medios y el periodístico haya mujeres en igualdad de condiciones. Hay un desfasaje cuando tenes 70 mil mujeres en la calle marchando y seguís viendo publicidad en donde se denigra a la mujer. Hay mucho trabajo por hacer, a mi opinión, si no modificamos los contenidos que damos en los distintos niveles de la educación, llegamos a la universidad con un déficit grande", propuso Florencia Rovetto.
*Integrante de la Dirección de Comunicación de la Ciencia de la UNR.