En el día de su cumpleaños número 110, San Lorenzo se regaló una importante victoria por 2-0 ante Lanús, y si el miércoles le gana a Independiente el partido postergado de la décimo quinta fecha de la Superliga podría llegar a los 42 puntos y transformarse en el único escolta.
Siempre se presentan complicadas las visitas del Ciclón a La Fortaleza, tanto que debieron pasar trece años, tres meses y veintisiete días para que pudiera irse victorioso. En aquel 4 de diciembre de 2004, cuando San Lorenzo se impuso 3-2, por la décimo octava fecha del torneo Apertura, uno de los tres goles fue convertido por Leandro Romagnoli, quien ayer cargó con la misión de reemplazar a Fernando Belluschi, en un San Lorenzo que de la mano de Biaggio viene nutriéndose de juveniles en todas las líneas. Esa juventud le da intensidad, pero le quita volumen de juego. Cuando lo encontró, al final de la primera etapa, el Ciclón se puso 1-0. El lindo contraataque fue definido por Nicolás Blandi, que conectó de tijera el centro enviado por Angeleri.
En el complemento, el Granate salió decidido a buscar la igualdad, y arrinconó a la visita en su campo. Esa presión se transformó en una ocasión clara a los 51 minutos, cuando Di Renzo le quemó los guantes a Navarro con un derechazo. Agazapado, San Lorenzo respondía de contraataque, aprovechando las espaldas de los defensores locales. Se hizo un partido de ida y vuelta, emotivo, con chances del local para igualar y de la visita para ampliar. Y se dio lo último, cuando Gudiño entrando solo por derecha remató contra la humanidad de Pasquini. La pelota dio e el lateral, descolocó a Andrada y se transformó en el inamovible 2-0 final.