Hijo de su tiempo, Teatro Off Shore es un ciclo de obras breves con contenido político. En La Comunidad del Sótano (Nicasio Oroño 2480), cuatro directores distintos cada mes presentan cuatro obras que duran entre 15 y 20 minutos. Los espectadores deciden cuántas ver, cuáles y en qué orden, explica a PáginaI12 Juan Arena, joven actor, director y docente, y curador de la propuesta. “Como artistas sentíamos que no encontrábamos la manera de hacer catarsis. Si bien uno puede participar cívicamente en política votando y mediante protestas, queríamos poder hacerlo a través del arte. El ciclo es una respuesta no a un gobierno, sino a todo un sistema de valores”, afirma.
Los materiales programados para los sábados de abril serán Estocolmo, sobre el auge de los secuestros extorsivos a hijos de empresarios durante el menemismo, con dramaturgia y dirección de Juan Arena (19.35, 20.35, 21.35, 22.35); Antonia M., de temática feminista, con dramaturgia y dirección de Lucila Quarleri (20, 21 y 22); Hoficinista, acerca del trabajador moderno, de Rafael Escalante (20.30, 21.30 y 22.30); y SE.CI.MO, sobre la relación entre un jefe y un empleado (20.05, 21.05 y 22.05).
“No diría que las obras bajan línea desde un lugar partidario. Tampoco el ciclo impone una bajada. No es que hay una temática establecida cada mes, sino que cada director expresa algo a nivel político que cree que tiene que comunicar, obviamente siempre a través de una metáfora”, aclara Arena, quien actualmente dirige Después te cuento en El Camarín de las Musas. Y continúa: “No son materiales directos, explícitos. Hay una reelaboración artística de cada tema. Los espectáculos pueden remitir a un hecho de la coyuntura, uno histórico o una proyección a futuro. Tratamos de privilegiar materiales que tengan que ver con las cosas que nos preocupan actualmente”.
Tres características hacen a este acontecimiento. Están en el subtítulo: “Teatro Off Shore. Corto. Cómico. Político”. Durante este mes, las elegidas son todas comedias. “Hay obras más dramáticas para los que vienen; pero intentamos que la risa sea el motor de esta catarsis”, dice Arena. En relación con el formato breve, explica: “Tiene que ver con algo que está ocurriendo a nivel mundial. Los videos de Internet tienen una duración de visualización de 12 segundos. Y en el teatro empieza a suceder que hay un público que necesita ver materiales más cortos, que cierren en sí mismos”. El mail teatros [email protected] recibe nuevas propuestas.