"Mi matrimonio era una cárcel, y la libertad casi me cuesta la vida". Esa reflexión hizo Alicia, una mujer de 39 años que salvó su vida de milagro luego de terminar prendida fuego en su casa de Rodríguez al 4200, en febrero de 2014. Si bien el agresor permaneció con beneficios mientras era investigado, cayó preso cuando su nueva pareja también lo denunció por violencia machista. Ayer comenzó el juicio oral y público contra Rubén Gauna, donde la fiscal Mariana Prunotto pidió que sea condenado a 21 años de prisión por tentativa de homicidio contra Alicia y por privación ilegítima de la libertad y amenazas, contra su última pareja. 

Alicia y Gauna, que ahora tiene 57 años, estuvieron ocho años en pareja. "Para mí fue toda una vida", dijo la mujer que tres veces intentó separarse. "Siempre me hostigó para volver. No entendía que no es no". Alicia sollozó al revelarle su calvario a los jueces Juan Carlos Curto, Eleonora Verón y Facundo Becerra. "Tenemos dos hijos en común, que hoy tienen 11 y 6 años. Yo también tengo un hijo de soltera, que tiene 15 actualmente", relató sobre el chico al que el agresor llamaba "bastardo", desde que nació la nena. "Siempre traté de liberarme de él. Más allá de cómo quedé, me siento libre. Fueron muchos años de violencia, él me atacaba verbalmente y rompía todo en la casa. Lo que más le enojaba era que no quisiera tener relaciones. A mi hijo más grande lo liberé del infierno cuando decidí separarme de él: tenía 3 años y no sabía lo que era jugar; vivía sentado, en penitencia. Desde que me separé, mi hijo es otra persona", contó a Rosario/12, a la salida de la audiencia donde fue representada por el Centro de Asistencia Judicial (CAJ), que la acompañó en todo el proceso.

El día del hecho, el infierno se trasladó al baño de su casa. "En mi barrio había problemas, y como uno de los chicos que mató a otro vivía en la casa de al lado, él me dijo que iba a venir a casa porque los vecinos decían que le querían prender fuego la casa a este otro, y que el fuego podría agarrar la mía. Siempre fue violento. Esa noche hubo discusiones y le dije que se fuera, que yo me estaba por ir a bañar. Escuché que agarró la llave; y cuando estaba por ducharme siento que me abren la puerta. Cuando corro la cortina del baño era él. Sentí algo helado en el cuerpo y una explosión: me tiró alcohol y me prendió fuego", reveló. Sus vecinos la asistieron.

Alicia estuvo 40 días en coma, con quemaduras en el 20 por ciento de su cuerpo. "Traté de sobrevivir y acá estoy, esperando que se haga justicia", dijo ayer. Luego permaneció un mes en sala de quemados, hasta que lograron hacerle los injertos de piel. Tampoco podía hablar, porque asegura que por el susto aspiró el fuego y se le quemaron las vías respiratorias. Apenas pudo, contó lo que pasó: "No podía hablar, y eso me desesperaba. Hasta que mi hermana me dijo que le cierre los ojos si quería decir que sí. Entonces me preguntó si había sido yo; y no me moví. Cuando me preguntó si fue Rubén cerré los ojos. Ella hizo primero la denuncia. Cuando pude hablar la ratifiqué", recordó.

Si bien por esa cuestión el acusado fue arrestado, al poco tiempo se puso en pareja con otra mujer y comenzó a pedir beneficios laborales, mientras se reunían las pruebas en su contra. "También fue violento con su nueva pareja, y como ella lo denunció quedó preso definitivamente", reveló la mujer. Fiscalía indicó que en ese caso, la víctima logró denunciar a Gauna a través de un engaño, en abril de 2016: le dijo que iría a Fiscalía (donde él la acompañó) a tratar un problema que tenía con su ex pareja. Según relató, Gauna la tenía encerrada y sólo podía salir con él. La imputación, en aquel momento, fue por intentar ejercer un control absoluto sobre la víctima, a quien obligaba a permanecer recluida en su casa y amenazaba con matarla si lo denunciaba.

El sufrimiento de Alicia, en tanto, continuó después del hecho. Es que en enero de 2014 (un mes antes del hecho que la dejó al borde de la muerte), la mujer se defendió dándole un fierrazo al agresor, cuando se apareció por su casa. "Yo me defendí y cuando salí de terapia me dijeron que estaba condenada a seis meses de prisión", se quejó sobre una causa que tramitó en el sistema conclusional. "Si te encuentro con un hombre te voy a reventar a puñaladas", la había amenazado él.

Uno de los médicos forenses que atendió a la mujer dijo que las lesiones que tiene son de quemaduras tipo B y AB. "En el caso de la lesión tipo B, basta el 20 por ciento para que el pronóstico sea fatal. Si no la asistían, el resultado era la muerte", aseguró el testigo.