La aplicación de citas gays Grindr fue puesta en la picota ayer por compartir información sobre la ubicación o el status VIH de sus usuarios con dos compañías contratadas para optimizar su programa informático. Sintef, una organización noruega sin ánimo de lucro, detectó el problema, que fue publicado por los medios estadounidenses Buzzfeed y Techcrunch.
Grindr lleva nueve años en funcionamiento y fue la primera aplicación en usar la tecnología de la geolocalización en los teléfonos inteligentes. Según datos de la compañía, cuenta con 3,6 millones de usuarios activos y fue calificada como la “mayor red mundial de encuentros para hombres gays”.
La información sobre el “Estado de VIH” se solicita al usuario al registrarse dentro del apartado Salud Sexual, en el que también se puede aportar la fecha del último examen. Otros datos, entre ellos la ubicación GPS, identidad del teléfono móvil, género, edad, “tribu” (subcultura gay), interés del usuario (amistad o relación), correo electrónico, a veces se transmitieron a través de “texto sin formato” o sin encriptar, lo que los hace vulnerables a piratas informáticos, según las versiones. “El estado de VIH está vinculado a toda la otra información. Ese es el problema principal”, explicó Antoine Pultier, investigador de Sintef, a BuzzFeed News. Los investigadores temen que al asociar la información sanitaria con otros datos como la localización y la dirección de correo electrónico, los usuarios puedan ser identificados.
“Como empresa al servicio de la comunidad LGBTQ, entendemos hasta qué punto puede ser sensible la revelación de información sobre el estatuto VIH (virus de inmunodeficiencia humana)”, escribió Scott Chen, uno de los responsables de la aplicación, en un texto difundido en la plataforma Tumblr, en el que admite que podía suscitar “inquietudes”. “Nuestro objetivo es y siempre ha sido promover la salud y la seguridad de nuestros usuarios en todo el mundo”, añadió, confirmando que Grindr “trabaja” con empresas como Apptimize o Localytics, encargadas de probar la aplicación y que, con ese fin, reciben datos de Grindr.
Estos datos “están sometidos a cláusulas contractuales estrictas” de confidencialidad, aseguró Chen. Señaló además que los usuarios pueden elegir si indican o no en su perfil su status VIH y que les corresponde a ellos estar atentos al uso de esa información. El responsable de la aplicación de contactos asegura que se limitaron las informaciones proporcionadas al mínimo necesario, aunque la compañía reconoció no obstante que “a veces, esos datos pueden contener informaciones relativas a la ubicación y al status VIH porque son informaciones que están” en la aplicación. La asociación de defensa de los derechos de los usuarios de las redes Electric Frontier Foundation calificó de “decepcionante” la respuesta de Grindr.
La polémica saltó en un momento en el que Facebook también fue acusada de no haber protegido las informaciones de más de 50 millones de usuarios que acabaron, a través de una tercera empresa, en manos de una firma de análisis de datos que las habría utilizado con fines políticos.
Al principio, Grindr defendió el intercambio de datos sobre el VIH con Apptimize y Localytics al afirmar que es un foro público que ofrece a los usuarios la opción de publicar información sobre ellos mismos, incluido el estado del VIH y la fecha en que se hicieron la última prueba. “Dejamos en claro en nuestra política de privacidad que si elige incluir esta información en su perfil, la información también se hará pública”, dijo el director de tecnología de Grindr, Scott Chen, en una publicación de blog. “Como resultado, debe considerar cuidadosamente qué información debe incluir en su perfil.” La dificultad de este argumento es que Grindr no notificó a los usuarios cómo los datos se compartirían específicamente con terceros. Además, los datos involucran información de salud sensible sobre una enfermedad infecciosa mortal.
Como la información sobre el VIH se envió con los datos de GPS del usuario, ID de teléfono y correo electrónico, podría usarse para identificar usuarios específicos, dijo Sintef. Las mejoras en el tratamiento médico en los últimos 30 años convirtieron el VIH en una condición manejable, pero eso no significa que la estigmatización y la discriminación hayan desaparecido. Las revelaciones sobre el intercambio de datos pueden hacer que los usuarios de Grindr sean más reacios a compartir con potenciales parejas su status respecto del VIH y sea más difícil promover en las redes una conducta más segura.