El móvil policial que atropelló y mató al joven Nehuén Rodríguez, de 18 años, circulaba de contramano, con exceso de velocidad, cruzó el semáforo en rojo y nunca hizo sonar la sirena, pero su conductor, el agente de la ex Policía Metropolitana Daniel Germán Castagnasso, fue condenado sólo a tres años de cárcel en suspenso y por lo tanto seguirá en libertad. La pena que le aplicó el Tribunal Oral 4 fue por “homicidio culposo”, pero no se tuvo en cuenta el agravante, por todas las infracciones cometidas, planteado por la parte querellante, que ahora apelará la decisión judicial para insistir que se apliquen los cuatro años y seis meses que solicitó en el juicio oral que finalizó ayer. “Tuvimos la contra de tener como fiscal a Marcelo Saint Jean, hijo de Ibérico Manuel Saint Jean (el genocida ex gobernador bonaerense de la dictadura), que encontró atenuantes a lo hecho por Castagnasso y pidió sólo tres años”, le dijo a PáginaI12 Roxana Cainzos, la madre de Nehuén.
“El atenuante que argumentaron fue que cometió todas esas infracciones porque había recibido un alerta dos, que no es el más grave, a través del servicio de emergencias 911”, señaló Cainzos. “El solo hecho de acudir a un llamado de emergencia cuya gravedad, si la tuvo, nunca se precisó, sirve para disminuir la pena del policía que mató a mi hijo; es una barbaridad”, puntualizó la mujer. Además de los tres años de prisión no efectiva, el Tribunal Oral 4 le aplicó a Castagnasso una inhabilitación de seis años para conducir vehículos, al tiempo que ordenó abrir una causa por “falso testimonio” contra el policía Daniel Soria Barba, quien iba en el vehículo como acompañante. Durante el juicio, Soria Barba incurrió en varias contradicciones en su relato como testigo presencial de lo sucedido.
Al declarar ante los jueces, Soria Barba, que tiene un grado superior al de Castagnasso, dijo que no había visto cómo fue que el móvil policial en el que iban atropelló la moto Gilera GLA 110 en la que se movilizaba Nehuén. Como justificativo, sostuvo que iba escribiendo un supuesto informe, pero en ningún momento pudo precisar de qué se trataba exactamente, porque no lo recordaba. De todos modos, estimó que había entregado el misterioso informe. Sí señaló, en cambio, que había hecho sonar la sirena –algo que fue desacreditado en el juicio–, pero sin que se encendiera la luz que suele acompañar a ese dispositivo.
Soria Barba aseguró que luego del choque, bajó del móvil policial, una Ford Ranger, para interesarse por el estado del joven atropellado. Ante una serie de preguntas, el oficial declaró que nunca le preguntó a su subordinado Castagnasso cómo es que había ocurrido la tragedia. Cuando se le insistió si a la semana, al mes, o en algún momento había interrogado al conductor de la Ranger sobre el hecho aunque fuera “por curiosidad”, primero respondió que no lo hizo. Después creyó recordar algo y comentó: “Bueno, sí, creo que le pregunté y creo que me dijo que había cruzado con luz verde”. Por todas estas vacilaciones y respuestas poco convincentes, el Tribunal pidió que se le abra una causa por “falso testimonio”, aunque dado su cargo y el tenor de las vacilaciones, bien podría tratarse de un caso de encubrimiento.
Lo que quedó probado en el juicio, a través del relato de otros testigos presenciales, filmaciones y pericias, fue que la camioneta conducida por Castagnasso iba de contramano por Ramón Carrillo cuando cruzó Brandsen, por donde venía Nehuél con su moto, en el barrio porteño de Barracas. La prueba demostró que cruzó en rojo, tres testigos dijeron no haber escuchado la sirena del móvil y los peritos determinaron que la Ranger desarrollaba una velocidad estimada entre 48 y 68 kilómetros por hora, que es excesiva para una calle que tiene una máxima de 40 por hora. El hecho ocurrió a la 0.20 de la madrugada del 15 de diciembre de 2014.
El testigo presencial Alberto Mazzarela, que vio el choque, dijo que el impacto fue “como una explosión”. La mamá de Nehuén insistió ante este diario en señalar que Mazzarela “vio y dijo claramente que mi hijo cruzó el semáforo en verde y las pericias demostraron que la moto fue embestida desde la mitad hacia atrás, lo que indica que Nehuén estaba cruzando la calle, ya estaba pasando cuando lo embistieron”. Esto desmintió lo dicho por el conductor de la Ranger, quien indicó que cuando cruzaba Brandsen “vio una sombra que lo chocó a él”, recordó Cainzos.
Roxana Cainzos espera ahora que la apelación que presentarán sirva para “elevar la pena y que Castagnasso vaya preso por lo que hizo”. La madre de Nehuén lamenta haberse enterado tarde del vínculo familiar del fiscal Saint Jean. “Tendría que haber pedido que lo saquen del caso”, como ocurrió en el juicio por el travesticidio de Diana Sacayán. El hoy fiscal fue defensor de genocidas como el comisario Etchecolatz.