El Gobierno recibió ayer a los presidentes de bloque del Senado, en una reunión de tinte institucional en la que se colaron varias críticas al presidente Mauricio Macri por la firma del “mega DNU”, la deuda, los tarifazos y el reclamo para que atienda las necesidades de las economías regionales. Salvo Macri, estuvo presente la plana mayor del Ejecutivo: el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Gabriela Michetti, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que mantuvieron un almuerzo en la Casa Rosada con los principales referentes de la Cámara, entre los que se destacan los peronistas Miguel Pichetto, Adolfo Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero, el líder de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas y los oficialistas Luis Naidenoff y Federico Pinedo. El kirchnerista Marcelo Fuentes no pudo llegar al encuentro porque, según contaron en su despacho, no había vuelo disponible desde Neuquén. No hubo avances sobre la polémica desatada en torno al canje de pasajes de los legisladores nacionales.
Al terminar la burrata, el lomo con salsa criolla y el postre, Pinedo ofició de principal vocero del encuentro. “Fue una reunión con un montón de espíritu positivo y algunas críticas: se cuestionaron DNU, temas tarifarios y políticas concretas”, explicó el presidente provisional del Senado. “No fue para hacer un pacto de fuerzas, sino un almuerzo institucional de buena relación del Senado con el Poder Ejecutivo. La idea es dialogar de verdad, sentarse sin prejuicios y tratar de mirar la forma que los otros tienen de ver las cosas”, agregó y se refirió al conflicto institucional: “Quedó claro que el Poder Ejecutivo no va a tener la actitud de presionar al Congreso para que haga cosas determinadas: vamos a tratar de que para los problemas de Argentina que no sean partidarios, nos sentemos y que haya más actividad de Diputados y Senadores”, completó. El mega DNU, que fue dividido en tres proyectos de ley y logró media sanción de Diputados, fue una de las principales críticas del peronismo, que lo tomó como un avasallamiento presidencial al Poder Legislativo. En la Cámara baja la oposición intentó su derogación pero Cambiemos dejó sin quórum la sesión para evitar que el DNU pierda vigencia hasta que los proyectos sean convertidos en ley. Pichetto sostuvo que en la reunión se habló del “compromiso del jefe de Gabinete de asistir a la cámara de Senadores”, “evitar mega DNUs” y “fortalecer la institucionalidad”. El senador por Río Negro aseguró que no se habló del pliego de la jueza porteña Inés Weinberg de Roca, a quien el presidente Macri le ofreció la postulación para encabezar la Procuración General. Pichetto había adelantado la semana pasada que analizarían qué posición tomar luego de que la candidata a reemplazar a Alejandra Gils Carbó atraviese todo el proceso para su designación, con la etapa de apoyos e impugnaciones y la audiencia ante los senadores incluida.
Solanas –quien ingresó al Senado en una boleta con Elisa Carrió, socia fundadora de Cambiemos– fue uno de los más críticos. Advirtió sobre el endeudamiento y la inflación. “Planteé las contradicciones de la política gubernamental con altísimas tarifas energéticas que dispara la inflación y el costo industrial argentino”, relató Solanas y agregó “se pide por inversiones productivas al tiempo que ofrecen un tasa del 27 por ciento con las Lebacs”. “Y el colmo de la contradicción es que varios ministros de gobierno justifican tener su fortunas afuera porque dicen que no hay confianza para traerla al país”, remató.
La comitiva de senadores se completó con el neuquino Guillermo Pereyra, el jefe de bloque del PRO, Humberto Schiavoni, Magdalena Solari Quintana (Frente Renovador de la Concordia) y Ada Rosa del Valle Itúrrez de Cappellini (Frente Cívico de Santiago del Estero).