El Milan se proclamó campeón de la Supercopa de Italia al superar en la tanda de penales (4-3 tras el empate 1-1) a la favorita Juventus, en un duelo disputado en Doha, Qatar. Giorgio Chiellini abrió el marcador para la Juventus y empató Giacomo Bonaventura para los rossoneri. Tras 120 minutos, la Vecchia Signora cayó por los penales errados de Mario Mandzukic y de Paulo Dybala, quien terminó llorando (Gonzalo Higuaín convirtió el suyo, pero no le alcanzó al equipo de Turín).
Y en eso lloró Dybala
Este artículo fue publicado originalmente el día 24 de diciembre de 2016