A dos años de que el virus del ébola abandonara su reclusión en África y se expandiera por el mundo, la industria farmacéutica logró  desarrollar una vacuna experimental contra el virus que puede ofrecer un 100 por ciento de protección, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las investigaciones se aceleraron tras el brote del año 2014 en el que se registraron casos en Estados Unidos y en algunos países de Europa, cuarenta años después de que se documentara el primer brote en el continente africano. La vacuna podría estar registrada en 2018, después de que sea aprobada por las autoridades estadounidenses y europeas.

La vacuna VSV-ZEBOV desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá fue probada el año pasado en 5837 personas durante un ensayo que involucró a 11.841 sujetos experimentales en Guinea, donde se seguían detectando casos de contagio. 

La prueba que fue dirigida por la OMS, junto con el Ministerio de Salud de Guinea, Médicos sin Fronteras y el Instituto Noruego de Salud Pública, demostró su eficacia ya que tras la vacunación no se registró ningún caso.

La doctora Marie-Paule Kieny, subdirectora general de la OMS, evaluó que el estudio sugiere “claramente que la vacuna es muy eficaz y podría tener una eficacia de hasta 100 por ciento”.

El equipo de investigadores de la doctora Kieny estimó que en el caso de una epidemia de grandes proporciones, hay 90 por ciento de posibilidades de que la vacuna sea eficaz en más del 80 por ciento.

Los resultados finales del estudio que fueron publicados por la revista médica The Lancet confirman que la VSV-Zebov tiene una eficacia del ciento por ciento en los diez días posteriores luego de la administración de una dosis por inyección intramuscular en una persona no infectada pero en contacto con enfermos.

Sin embargo, aún no está establecido cuánto tiempo dura la inmunidad de la vacuna. Kieny sostuvo que “la protección ocurre muy rápido después de la vacunación, pero no sabemos si la protección sigue seis meses después”. También queda por determinar la seguridad para las mujeres embarazadas y los niños pequeños.

Para el estudio se utilizó el método denominado vacunación por anillos, es decir,  se inmunizó en círculos o grupos de personas que estuvieron en contacto con un enfermo. Primero allegados cercanos, luego personas que estuvieron en contacto con ellos y así sucesivamente.

Cuando finalizó el ensayo se registraron algunos casos en Guinea y en Sierra Leona, y los investigadores utilizaron la misma estrategia: vacunaron a los contactos. Para utilizar la vacuna por fuera de los ensayos clínicos debieron contar con la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

El laboratorio estadounidense Merck, que compró los derechos de comercialización de la vacuna, podría obtener el registro en 2018 luego de que el expediente sea evaluado por la FDA y la European Medicines Agency (EMA). 

En este sentido, Kieny explicó que el proceso de aprobación habitual es de una década, pero “si hubiera un caso de ébola y una nueva epidemia, ya estamos listos para responder”, aseguró.

Aun cuando la vacuna presente la inmunidad que se anuncia, será necesario desarrollar otras vacunas para garantizar una protección de larga duración al personal sanitario, y por otro lado, porque el virus presenta distintas cepas.

La última epidemia comenzó en Guinea a fines del año 2013. El brote, el mayor registrado, que dejó 11.200 muertos en Guinea, Sierra Leona y Liberia, se extendió en los años 2014, 2015 y 2016. Fue la primera vez que se registraron contagios fuera del continente: Estados Unidos, España, Italia y Reino Unido tuvieron casos.