El dólar cerró ayer a 15,84 pesos, al disminuir 20 centavos respecto del jueves y acumuló una baja de 35 centavos en la semana. El dólar mayorista también marcó una baja para ubicarse en 15,52 pesos. La tendencia fue inversa para el tipo de cambio paralelo que subió hasta los 16,66 pesos. En el mercado se operaron ayer 700 millones de dólares, cuando lo habitual es un volumen de entre 400 y 450 millones. La diferencia estuvo en los dólares que el Banco Nación ofreció en la plaza cambiaria para hacerse de liquidez en pesos. Los inversores del blanqueo abonaron la multa en dólares y el Nación debe pasar ese dinero a pesos para transferirlo a la AFIP. Esto generó una mayor oferta de divisas en la plaza cambiaria. Otro de los factores que incrementaron la oferta fue la venta de dólares de algunas empresas para poder afrontar pagos de sueldos de fin de año, mes en que aumenta la necesidad de pesos de la economía.  

El Central tiene estrategias poco claras respecto de la política cambiaria. El titular de la entidad, Federico Sturzenegger, menciona en conferencias de prensa y eventos que el tipo de cambio es flexible, es decir que la autoridad monetaria no fija su precio sino que lo hace la oferta y demanda. Pero a comienzos de esta semana salió a comprar en forma directa divisas de la multa del blanqueo al Nación por 700 millones y luego al cierre de la semana dejó que ese banco empiece a venderlos en la plaza cambiaria a los privados. Entre los operadores del mercado aseguran que, cuando compró en forma directa, parecía que el Central apuntaba a sostener el precio del dólar arriba de 16 pesos, aunque ahora dejando que el Nación liquide las divisas en la plaza parece que busca bajarlo.  

Diciembre es un mes difícil para marcar una tendencia del tipo de cambio, porque hay una fuerte estacionalidad en la demanda de pesos (la población necesita moneda local para gastos de las fiestas, vacaciones y, en el caso de las empresas, abonar salarios y otros pagos excepcionales de fin de año). “No tiene mucho sentido sacar una conclusión de los movimientos del dólar estas semanas y hay que esperar al menos hasta mediados de enero para tener un panorama más claro”, mencionó Ezequiel Zambaglione, de Puente. Afirmó que “el ingreso de divisas del blanqueo, al margen de algunos días puntuales, no tienen un efecto directo sobre el mercado cambiario, puesto que el grueso de los recursos queda depositado en cuentas en dólares en los bancos”. El dinero de las multas, no obstante, si juega un rol sobre la cotización de la divisa y el Central tiene en estos últimos días de diciembre la capacidad de mantener el precio o hacerlo bajar con la decisión de adquirir o no los dólares del Nación. Ayer, por caso, no intervino en la plaza cambiaria y la cotización cayó 20 centavos.  

Las reservas internacionales de la autoridad monetaria cerraron en 38.513 millones de dólares, con un incremento de 338 millones respecto del jueves. A partir de octubre la entidad a cargo de Sturzenegger ha sumado reservas por casi 8000 millones de dólares y es un resultado de la exteriorización de capitales. La cifra, si bien a simple vista parece importante, pierde potencia al revisar la economía a nivel agregado. Este año entraron más de 50.000 millones de dólares en nueva deuda externa y unos 30.000 millones que se habrían exteriorizado hasta el momento. Esto implica que el Central sólo consiguió embolsar 1 de cada 10 dólares que entraron por estas vías financieras. El resto no sólo no posibilitó recomponer el ritmo de actividad económica del mercado interno sino que filtró por los canales estructurales de la Argentina: la fuga de capitales, la compra de dólares para ahorro, el turismo y el giro de utilidades.   

En lo que refiere a la Bolsa porteña, se registró caída de 0,1 por ciento. Las mayores caídas se registraron en Banco Macro, con una baja del 2,8 por ciento, en Edenor, con un retroceso de 3,3 por ciento y Sociedad Comercial del Plata, con contracción del 2,4 por ciento. Las empresas que subieron, en contraste, fueron Transener, con un avance de 3,6 por ciento, Celulosa, con 2,4 por ciento y Petrobras, con 0,8.