La dirigente conservadora de la región de Madrid, Cristina Cifuentes, figura destacada del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, se encontró ayer en medio de una tormenta política por el supuesto falseamiento de un master universitario.
“Usted ha perdido toda la credibilidad”, le espetó la portavoz parlamentaria regional del partido izquierdista Podemos, Lorena Ruiz-Huerta, antes de pedir la dimisión de Cifuentes y calificar al PP como un partido corrupto hasta la médula.
La polémica nació hace dos semanas, cuando el periódico digital El diario.es publicó que la presidenta madrileña, en el cargo desde 2015, habría obtenido un máster en la universidad pública Rey Juan Carlos gracias a la falsificación de las notas de dos asignaturas, una información que ella niega rotundamente. Las acusaciones se agravaron ayer cuando otro medio digital, El Confidencial, aseguró que al menos dos de las tres firmas de profesores que figuran en la supuesta acta de presentación del trabajo de fin de máster fueron falsificadas y que, además, el documento presentado para defenderse fue fabricado solo unas horas después de que estallara el escándalo.
La controversia se produce cuando falta poco más de un año para las elecciones regionales de mayo de 2019. En ellas, la oposición de centro- izquierda (Partido Socialista y Podemos) tratará de desbancar al PP en una región que, junto con Cataluña, es la más potente de España a nivel económico. También está al acecho Ciudadanos, rival del PP en la derecha. De aquí a entonces, estos partidos podrían hacerla caer con una moción de censura, una opción que los socialistas promoverán con toda celeridad, según anunciaron.
“El título de master es perfectamente real y perfectamente legal. Es un título oficial, expedido por la Universidad Rey Juan Carlos. Ni mi curriculum ni mis calificaciones han sido falseadas ni falsificadas”, aseguró Cifuentes, quien compareció ayer ante el Parlamento regional para defenderse. “Todas las asignaturas, incluido el trabajo de fin de master, fueron calificadas y aprobadas”, dijo la presidenta madrileña, que denunció las acusaciones como una operación de descrédito contra su persona.
Además, la presidenta del gobierno regional descartó dimitir. El escándalo, sin embargo, podría costarle el cargo, uno de los más importantes para el Partido Popular (PP) de cara a las elecciones municipales y regionales del año que viene. La líder conservadora gobierna en minoría en la región de Madrid desde 2015 gracias al apoyo del partido liberal Ciudadanos, que podría retirarlo. La formación de derecha liberal anunció ayer que impulsará una comisión de investigación en la Cámara parlamentaria de la región para aclarar el asunto y dirimir responsabilidades. “Las informaciones publicadas apuntan a la posible comisión de un delito muy grave, castigado incluso con penas de cárcel, como es la falsificación de documento público”, dijo el diputado Ignacio Aguado.
A pesar de las acusaciones, Cifuentes no presentó el trabajo de fin de master, que dijo haber perdido en una mudanza y en cuya ausencia se centran todas las sospechas de sus detractores. En declaraciones posteriores a la prensa, dijo que no se le puede exigir que ese trabajo aparezca y subrayó que es la Universidad Rey Juan Carlos quien tiene la obligación de tenerlo. Su explicaciones no convencieron a la oposición. “Su intervención no ha despejado las dudas razonables sobre este asunto”, declaró el portavoz parlamentario socialista Angel Gabilondo. “Usted no puede seguir gobernando esta comunidad autónoma, porque ya nadie la cree”, le dijo la portavoz de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta.
El caso Cifuentes se produce un año después de que dimitiera Esperanza Aguirre, otra gran figura del PP. Aguirre renunció como concejala del PP en el ayuntamiento de la capital tras la detención por un caso de corrupción de Ignacio González, su mano derecha mientras ella presidió la región de Madrid de 2003 a 2012 y sucesor suyo en este cargo.
El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, respaldó el martes a Cifuentes, a la que el partido conservador ha presentado como un elemento regenerador frente a la corrupción en el PP madrileño.
Según reveló El Diario, la política se matriculó en 2011 en un máster de Derecho Autonómico en la universidad Rey Juan Carlos, pero no superó dos asignaturas por no haberse presentado. En 2014, sin embargo, cuando Cifuentes empezaba a postularse como candidata conservadora a la presidencia regional, una administrativa de la universidad cambió el “no presentado” en esas dos asignaturas por notables calificaciones de 7,5 sobre 10, según la versión de Eldiario.es Ese cambio de notas habría permitido que obtuviera el título.