La espera fue larga para Boca, la Copa Libertadores, esa obsesión que tiene la institución regresó dos años después. La última presentación fue en la semifinal ante Independiente del Valle (Ecuador), en 2016, acompañada con una despedida para el olvido. Esta nueva versión del equipo de Barros Schelotto dio el primer paso como local de manera positiva ante Junior de Barranquilla, con una victoria por 1-0 en la Bombonera, por la segunda fecha del Grupo H. El conjunto xeneize, que suma cuatro puntos, volverá a presentarse el próximo miércoles en Brasil, frente a Palmeiras, que el martes derrotó por 2-0 a Alianza Lima y lidera la zona con puntaje ideal.
Boca salió a jugar ante los colombianos con la intención de adueñarse de la iniciativa, adelantando sus líneas hacia el campo rival. Sin embargo, cuando se jugaban 15 minutos cambió su postura y dejó que Junior traslade la pelota más allá de la mitad de la cancha. La intención era tratar de utilizar la velocidad de Reynoso, Espinoza y Pavón para generar peligro a través del contraataque.
El que llegó primero con cierto riesgo fue Junior, que con un remate cruzado de Hernández exigió a Rossi. Como el local presentó anoche jugadores rápidos por los costados, eran ellos los que buscaban abastecer a Abila, el único centrodelantero real.
Cuando el desarrollo no mostraba un dominador claro, Boca llegó por la izquierda y Pavón, cuando parecía que iba a lanzar un envío aéreo, decidió buscar el arco y convirtió, ubicando la pelota al lado del palo más lejano de Viera. En el final de la primera etapa, Abila estuvo cerca de aumentar la ventaja, pero encontró bien ubicado al arquero del conjunto colombiano. Unos minutos antes Reynoso había probado suerte con un remate que se fue arriba y a un costado.
La postura de Boca en la segunda etapa siguió siendo la última del primer tiempo y le entregó la pelota a los colombianos. A pesar de ello, Abila tuvo una chance con un cabezazo que se fue desviado. El ex Huracán había recibido la pelota después del primer centro con precisión de Espinoza. Junior le empezó a ocasionar a Boca problemas defensivos y quedó dos veces cerca del empate: la primera con un remate de Ruíz que atrapó Rossi y la segunda con un tiro de Gutiérrez que se fue al lado del palo.
El sector defensivo del equipo local tenía inconvenientes con los pelotazos cruzados, y padecía cuando Gutiérrez corría en diagonal buscando el pase dentro del área. A Boca le costaba generar peligro con claridad y se encontró con un penal a favor para encontrar tranquilidad. El encargado de ejecutarlo era Goltz, pero finalmente remató Abila, quien la tiró por arriba.
Esa acción le dio más impulso a Junior, que se lanzó en busca de la igualdad, que casi encuentra a los 86 tras un centro desde la izquierda y un cabezazo limpio de Alvez que Rossi finalmente controló.