El encargado de filtrar la información bancaria secreta referida a 130 mil clientes del HSBC Private Bank de Ginebra fue detenido en España a pedido de las autoridades judiciales de Suiza. Herve Falciani, quien actualmente estaba residiendo en Francia, iba a ser el protagonista de la jornada titulada “Cuando decir la verdad es heroico. Sacando a la luz las guaridas fiscales”, que se realizó ayer en Madrid, pero el ingeniero informático nunca llegó. Quedó a disposición de la Audiencia Nacional que deberá definir si extradita al ex empleado del HSBC para cumplir con una sentencia a cinco años de prisión por espionaje financiero, violación del secreto bancario y apropiación de datos relativos a clientes que fue dictada en ausencia a finales de 2015 por la justicia helvética.
No es la primera vez que Falciani queda detenido en territorio español. En 2013 fue arrestado en Barcelona pero en esa oportunidad los tribunales españoles rechazaron el pedido de captura y extradición solicitado por los magistrados del centro offshore más importante del mundo. La situación del ingeniero es similar a la que atraviesan otros filtradores. Los medios españoles indicaron ayer que el nuevo episodio coincide con el intento impulsado por el gobierno de Mariano Rajoy para solicitar la extradición de distintos dirigentes catalanes exiliados en países como Suiza tras ser acusados tras la declaración de independencia en octubre pasado.
Antes de dar forma a la megafiltración denominada Swissleaks, la información sustraída por Falciani quedó en poder de las autoridades tributarias francesas. Los galos comenzaron a reclamar los impuestos evadidos y compartieron los datos con sus pares en Italia, España, Bélgica y Argentina. Los datos referidos al país mostraban la existencia de 4040 colocaciones bancarias con más de 3000 millones de dólares controladas por empresas e individuos argentinos que fueron denunciadas por la AFIP en noviembre de 2014. Falciani incluso llegó a prestar testimonio en la Comisión Bicameral que investigó los mecanismos de fuga de capitales y evasión impositiva facilitados por el HSBC y otras entidades. La fuga de capitales hacia los centros financieros como Suiza o Estados Unidos constituye un rasgo estructural y permanente de la economía local.
La causa acumula más de ochenta procesamientos por evasión aunque, en distintos casos, esas personas reclaman la extinción del delito a partir de su participación en los últimos blanqueos de capitales ofrecidos por el país. En España, en cambio, los datos obligaron a los evasores españoles como los Botín, una de las familias propietarias del Banco Santander, a pagar impuestos adeudados por 300 millones de euros.