Lo que preocupa en Central no es el juego del equipo sino su condición física. En lo que va del año, el plantel tiene un promedio de un lesionado por semana que demanda luego tres semanas de recuperación. El último de la lista fue Leonardo Gil, con desgarro sufrido minutos antes del partido frente a Patronato. Por eso ayer Leo Fernández animó una conferencia de prensa acompañado por el preparador físico Horacio Rogolino. "La idea, cuando asumimos, fue trabajar a una máxima intensidad para llevarlo a cabo el día de competencia. Asumimos la responsabilidad y nos hacemos cargo de lo que buscamos", señaló el responsable de la condición física de los jugadores canayas. Al mismo tiempo, Fernández anticipó que no preservará a ningún jugador para el debut el jueves por Copa Sudamericana ante San Pablo: "El sábado con Belgrano vamos con lo mejor que tenemos a disposición, no nos guardamos nada".

El técnico presentó ayer al "especialista en match análisis y GPS", Francisco Senor, quien se sumará al cuerpo técnico de Central con el objetivo de "reducir al mínimo el margen de error" en la preparación física del plantel. "Senor va a estar en el área de lectura diaria de los GPS de los jugadores. La idea es achicar el margen de error lo máximo posible en la preparación, estar más juntos en la planificación y fallar en lo menos posible", apuntó Fernández.

La llegada de Senor es consecuencia de los problemas físicos que soporta al plantel: todos los partidos deja un lesionado, la cuenta supera las 14 atenciones médicas, casi todos por problemas musculares, y la mayoría se resintió cuando retomó la actividad. Esta falencia le impidió al técnico  sostener una alineación titular dos partidos consecutivos.

Fernández minimizó cada una de las lesiones pero ayer las explicaciones llegaron de parte del preparador físico del equipo. "En el campo de juego se ve un Central intenso producto de este trabajo. Eso lleva a tener las consecuencias. A raíz de eso, se está trabajando para evitar ese tipo de lesiones", asumió Rogolino. "Hay que entender que no toda lesión es por una mala planificación del cuerpo técnico. Hay muchos factores que juegan  en cada lesión y eso hace que puede haber distintos tipos de responsabilidades", acotó el preparador del plantel canaya.

La condición física del plantel auriazul no influirá en el armado del equipo que mañana recibirá a Belgrano. Porque Leo Fernández aseguró ayer que no preservará ningún jugador para el encuentro con San Pablo del jueves por Copa Sudamericana, por lo cual el equipo tendrá cinco cambios y por bajo rendimiento perderán la titularidad Pablo Ferrari, Washington Camacho y Agustín Maziero. Además sale por suspensión Maximiliano González y en el arco Emilio Di Fulvio tras recuperarse Jeremías Ledesma. Nahuel Gómez estará en defensa, Joaquín Pereyra y Hernán Da Campo en el medio y Maximiliano Lovera en ataque. Mañana a las 13.15 (el partido lo emitirá Fox Sports sin codificar) ante Belgrano el canaya saldrá con 

Ledesma; Nahuel Gómez, Tobio, Cabezas (se le diagnosticó un esguince de rodilla que superó en 48 horas), Parot; Da Campo, Pereyra, López Pisano, Carrizo; Lovera, Zampedri.

"La idea es que (Néstor) Ortigoza, Gil y (Germán) Herrera puedan llegar a ser tenidos en cuenta para el partido con San Pablo", destacó Fernández. Es decir que Marco Ruben mañana estará en el banco de suplentes y la vuelta de Mauricio Martínez aún es incierta. "Lo más importante es el partido que con Belgrano", subrayó por último Fernández.