En su segunda presentación en el Grupo D de la Copa Libertadores, River empató anoche 0-0 frente a Independiente Santa Fe y comparte con 2 puntos la segunda colocación en la zona, que también integran Flamengo y Emelec, el próximo rival del equipo argentino.
Ante un equipo colombiano que desde el inicio mostró una actitud cautelosa, sobrepoblando el mediocampo y formando una última línea con cinco hombres, el conjunto de Marcelo Gallardo monopolizó el manejo del balón, marcó el ritmo y asumió el protagonismo absoluto. Había pocos espacios para los hombres de ataque, por eso el local dependía de lo que inventara el Pity Martínez para desequilibrar el orden defensivo rival. Y el volante puso el primer pase en cortada antes de los cinco minutos, pero Zapata fue más veloz que Pratto. No hubo otras llegadas claras, sí aproximaciones. La telaraña de los colombianos se mostraba efectiva. Y a favor del adelantamiento de River, Independiente Santa Fe ensayó un par de contragolpes cuyo peligro conjuró Armani a la manera de un líbero.
Al promediar la primera etapa estaba claro que River iba a necesitar bastante más que las trepadas de Saracchi y de Montiel por las bandas y de la habilidad de Martínez para perforar la defensa colombiana. A los 34 minutos, Mora mostró uno de los caminos posibles: los remates de media distancia. Pero en esa oportunidad Zapata sacó el derechazo del uruguayo que ejecutó un tiro libre por una dura falta sobre el Pity. Por esa vía insistieron también sin puntería Martínez y Pinola. Más allá de este recurso, el Millonario no encontraba la forma de sorprender. Los recorridos de Pérez y Fernández eran previsibles, esos volantes mostraban poca movilidad y no aportaban más que un prolijo manejo de la pelota.
En el arranque del complemento, River cambió la velocidad, pero la ansiedad le hacía perder precisión y repetirse en el recurso de los pelotazos a Montiel y Saracchi para que los laterales manden centros.
Gallardo entendió que era necesario hacer algo diferente. Sacó a los inexpresivos Mora y Fernández y se la jugó por Quintero y Scocco. Acertó el Muñeco. Apenas ingresó, el zurdo colombiano eludió a dos rivales y dejó a Pratto solo frente a Zapata. El Oso tardó en definir y permitió el cierre de un defensor. En la jugada siguiente lo tuvo Martínez, beneficiado por una mala decisión del arquero de Independiente, que quiso evitar el corner y le dejó la pelota a Pity, pero el zurdazo del ex Huracán se fue por arriba del travesaño. Era otro River. Pero así como creció el conjunto de Gallardo se agigantó la figura de Zapata, que a los 69 minutos le tapó un lindo tiro libre a Quintero volando hacia su izquierda. No quiso ser menos Armani tres minutos después, y manoteó a puro reflejo un puntazo que Tesillo envió metido en el área chica.
Esos minutos a pura emoción fueron lo último bueno que ofreció el partido, que volvió a hacerse trabado hasta el final, porque lo quiso Independiente de Santa Fe y porque River no encontró la forma de romper la telaraña. colombiana.