Policías de Nueva York mataron el a tiros a un hombre afroamericano que se encontraba desarmado y que tenía en su mano un objeto que resultó ser un tubo de metal. La muerte ocurrió en el 50 aniversario del asesinato del líder de los derechos civiles Martin Luther King. Tras el incidente, decenas de personas protestaron en las calles de Brooklyn contra el racismo y la violencia policial.
Los disparos atrajeron a decenas de personas a las calles de Crown Heights. El Departamento de Policía ya había visto al hombre antes y lo clasificó como emocionalmente perturbado y la balacera provocó preguntas sobre qué sabían sobre él los oficiales en la escena.
Un grupo de cinco oficiales, tres de ellos de civil, dos en uniforme, estaban respondiendo a tres llamadas al 911 sobre un hombre que amenaza a personas con una pistola de plata en la esquina de Montgomery Street y Utica Avenue en Crown Heights, dijo Terence A. Monahan, el jefe de departamento, en una conferencia de prensa. Un agente que escuchó uno de los llamados dijo que una mujer estaba informando frenéticamente que un hombre le estaba apuntando a la gente con una pistola. La policía encontró a un hombre que respondía a la descripción de los que llamaban al 911, dijo el jefe Monahan.
“El sospechoso tomó una posición de disparo a dos manos y apuntó a los oficiales que se aproximaban”, dijo Monahan. Entonces cuatro de los oficiales presentes dispararon un total de 10 balas en total. El hombre, identificado por su padre como Saheed Vassell, de 34 años, fue declarado muerto después de llegar al King´s County Medical Center. En una entrevista en su hogar más tarde esa noche, el padre de Vassell, Eric Vassell, dijo que su hijo sufría de un trastorno bipolar y que había ingresado varias veces en el hospital en los últimos años, a veces después de haberse encontrado con la policía. El joven Vassell, que nació en Jamaica y llegó a los Estados Unidos cuando tenía 6 años, vivía con su familia en un departamento de Crown Heights y había trabajado como soldador. Tenía un hijo de 15 años.
En un episodio similar, la semana pasada Stephon Clark, un joven negro de 22 años, fue abatido por dos policías en Sacramento, estado de California, tras recibir 20 disparos. Estaba desarmado en el jardín de su abuela cuando fue abatido. Los dos policías recibieron una llamada de emergencia alertando sobre un hombre supuestamente armado que había roto varios parabrisas. Según la versión de los agentes, confundieron el teléfono móvil del joven con un arma.
En Estados Unidos se debate desde hace tiempo por casos en los que afroamericanos desarmados son abatidos por policías. Desde hace algunos años hay un movimiento de protesta nacional bajo el lema “Black Lives Matter”.