Tras la jornada de paro que los docentes y estatales bonaerenses cumplieron ayer, los gremios de la Ciudad de Buenos Aires hacen hoy otra protesta contra la imposición del techo del 15 por ciento de aumento salarial. En las escuelas públicas no habrá clases; los maestros de colegios privados adhieren a la medida de fuerza, por lo que también sus aulas se verán afectadas. Las cooperativas de la CTEP y los trabajadores de la salud harán cortes de calle, de 10 a 11 de la mañana, mientras que los subtes dejarán de funcionar a las 20.30. La consigna es “Todo aumenta menos el salario”, y del reclamo participan siete organizaciones de trabajadores que, de manera directa o indirecta, dependen del Estado: maestros, judiciales, empleados de la administración pública, metrodelegados del subte y trabajadores de los hospitales y centros de salud. 

La protesta es reflejo del momento de definición que atraviesan en estos días las paritarias de docentes y estatales. Con el objetivo de mantener el pie sobre los salarios, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, están jugando sus fichas a cerrar las negociaciones del sector. La estrategia incluye la firma de acuerdos por debajo de los 15 puntos con sindicatos de diálogo fluido con la Casa Rosada y el intento de desmovilizar a las organizaciones que rechazan la poda de los sueldos y la introducción de cláusulas flexibilizadoras.

En la Ciudad, Rodríguez Larreta acordó con un sector de los estatales un aumento del 12 por ciento en cuotas (ATE no firmó y es parte de la protesta que se hace hoy). A los judiciales, el Consejo de la Magistratura les dio por terminada la negociación con un 13 por ciento. En el caso de los docentes, la paritaria está estancada con la propuesta de un 15 por ciento de incremento; también en este caso está abierta la posibilidad de que la paritaria sea fijada por decreto. En el subte no hubo acuerdo y ya les liquidaron como mejora entre 12 y 15 puntos. 

Es en esta situación que las siete organizaciones porteñas definieron la jornada de huelga (paran los docentes de UTE y el Sadop, los estatales de ATE, los judiciales del Sitraju), que incluye, al mediodía una marcha a la Legislatura. En la confluencia hay gremios de la CGT y la CTA, donde varias organizaciones están llamando a traducir las acciones en común en un programa y cierta organicidad: “Si fuera por mí, tenemos que ir todos a la CGT y discutir adentro. No hay más lugar para seguir armando experiencias sindicales distintas. Hay que dejar de perder tiempo y unificar el movimiento obrero. Hay que tratar de acortar los tiempos y volver a la CGT”, definió Daniel Catalano, titular de ATE Capital.

Escenario principal

Pero es en la provincia de Buenos Aires, con María Eugenia Vidal y el Frente de Unidad Docente –que tiene como figura más visible a Roberto Baradel– donde sigue puesto el principal escenario. 

Ayer, con el nuevo paro en las escuelas bonaerenses como telón de fondo, miles de manifestantes marcharon al edificio de la gobernación, en La Plata, contra la baja en los salarios. La movilización mostró el mismo arco de maestros, judiciales, trabajadores de la salud y estatales de ATE.  

La Federación de Educadores Bonaerense (FEB) estimó que la adhesión a la huelga en las escuelas fue de entre el 90 y 95 por ciento. 

A la misma hora que frente al despacho de Vidal se realizaba el multitudinario acto central de la jornada de protesta, la gobernadora estuvo en los estudios de Canal 13, donde le realizaron un extenso reportaje en vivo, “el primero que da en meses”, remarcaron los conductores: “desde enero”. En la entrevista, Vidal cargó contra los dirigentes gremiales. Aseguró que los sindicatos que definieron el paro “mienten” a los maestros al hablar del techo del 15 por ciento, porque la propuesta total, aseguró, llega a 18 puntos. Confrontada con sus declaraciones como candidata, Vidal terminó desmintiéndose a sí misma. “Yo dije que me gustaría que un docente ganara 40 mil pesos, pero no fue una promesa de campaña”, aclaró sobre los dichos que había pronunciado, en el mismo programa pero cuando todavía buscaba llegar a la gobernación (ver aparte). 

También habló Baradel, en lo que ya es el cruce esperado de las negociaciones paritarias. En el acto realizado en La Plata, el titular del Suteba aseguró que “la intención de la gobernadora no es solucionar el conflicto, sino disciplinar” a los trabajadores. “Mienten cuando dicen que el promedio salarial es de 25 mil pesos, que el aumento va a ser del 18 por ciento”, subrayó frente a los manifestantes. Y prometió  “no firmar ninguna oferta que no incluya a nuestros jubilados” o sea a la baja o “nos obligue a cambiar plata por salud”.

La gobernación de la provincia viene mostrando la misma receta que Cambiemos aplicó en la Ciudad. Vidal acaba de firmar, el miércoles, en vísperas de la protesta de ayer, la primera paritaria del distrito con un techo del 15 por ciento. Se trata del acuerdo paritario con UPCN y los sindicatos que integran Fegeppba (que representan a los trabajadores de salud pública, del Ministerio de Economía y Arba, de los organismos de control). El sector forma el segundo conjunto en importancia de estatales, luego de los docentes: básicamente, son los empleados de la administración pública. En el acuerdo, los gremios aceptaron el 15 por ciento de aumento salarial para 2018, a pagar en tres tramos, sin cláusula gatillo. Avalaron además una cláusula de presentismo, introducida bajo el nombre de plus por “calidad y permanencia” en el servicio. Este es un elemento de la reforma laboral que la Casa Rosada trató de convertir en ley en noviembre pasado y debió dar marcha atrás ante las masivas protestas callejeras. En estos días, avanza de hecho en la misma dirección, mediante la modificación de los convenios colectivos o con firmas de acuerdos por lugares de trabajo.