La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal anticipó que el año próximo intentará concretar el cierre de las escuelas rurales y del Delta de San Fernando con los que a principios del actual ciclo lectivo debió dar marcha atrás frente la resistencia de las comunidades educativas y los gremios. La mandataria insistió que la matrícula en esas instituciones es baja y acusó a “los dirigentes sindicales” de “haber instalado” el tema como una problemática.
“Durante este año vamos a dejar las cosas como estaban para tomarnos un año y entender si hay algo que nos estamos perdiendo o nos equivocamos”, sostuvo la mandataria provincial en referencia a los ocho jardines de infantes y escuelas primarias del Delta, y a las 18 rurales que resistieron al intento de cierre de este año.
De las 32 escuelas del Delta de San Fernando "hay ocho que no llegan a tener 20 alumnos”, dijo durante una entrevista televisiva en la que le dio un giro a sus argumentos para cerrar esas instituciones respecto del que sus funcionarios habían utilizado a principios de año para anunciar esa decisión. Esta vez, en lugar de hablar sobre cuestiones de costos ahora dijo Vidal dice que lo hará “pensando en los chicos”.
“Para un chico, estar en un tercer grado con dos compañeros no está bueno. Tiene que estar en cursos de entre 20 y 30 chicos como nuestros hijos, tener amigos de su edad, sociabilizar”, aseveró la mandataria provincial, munida de sendos listados con el detalle de jardines, primarias y cantidad de inscriptos.
Además, opinó, “tener una vida escolar no es estar en una escuela con ocho chicos”. “Ese chico debería estar en una escuela de la misma zona y que el transporte se lo garantice la Provincia”, dijo y remató: “El problema no es solo que (cada escuela) tenga muy pocos alumnos, el problema es que ni siquiera están todos juntos”.
Respecto de los docentes, esbozó lo mismo que había dicho cuando sus funcionarios anunciaron los cierres en el delta y en las zonas rurales: “Ninguno va a perder el cargo”. Arriesgó que la supuesta solución será trasladarlos a instituciones donde hay “aulas que deben ser desdobladas” ante la superpoblación de alumnos y, en este punto, acusó a los gremios de haber tergiversado esa situación.
Las 18 escuelas rurales que este año corrieron el riesgo de ser cerradas este año, correrán en 2019 la misma suerte que las del Delta. “Había 18 instituciones sin alumnos rurales. ¿Por qué tenemos que mantenerlas abiertas todo un año si no tienen alumnos inscriptos? Si el año que viene esas escuelas tienen alumnos, las vamos a abrir”, indicó.
Por otra parte, la gobernadora insistió con su argumento de que el cierre de instituciones educativas se hizo “pensando en los chicos” y no por una cuestión de ahorro en el presupuesto. “Ahí sí hay mala fe -criticó-. Cuando el gobierno toma esta decisión se dice que esto es un ajuste. Se puede no compartir la decisión, se puede necesitar una discusión con la comunidad educativa, pero no mientan cuando dicen que se están cerrando escuelas”, concluyó de manera confusa.