Una multitud espera en la sede del sindicato metalúrigico de Sao Bernardo do Campo, en San Pablo, la palabra de Luiz Inácio Lula da Silva. A las 17 vencía el plazo fijado por el juez Sergio Moro para que se entregue. El Movimiento Sin Tierra, en tanto, realiza cortes de rutas en distintos puntos del país y están convocadas manifestaciones en las principales ciudades brasileñas.
Tras pasar la noche en el sindicato metalúrgico ubicado de Sao Bernardo do Campo, en San Pablo, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva tomó la decisión de permanecer allí y no entregarse en Curitiba como dispuso Moro.
El diario Folha había adelantado más temprano que el propio Lula les informó que esa era su postura, luego de que ayer se ordenara su arresto para cumplir la condena a 12 años de prisión. “A las 8.30 de la mañana de este viernes, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo a Folha que su decisión es no ir a Curitiba para entregarse a la Policía Federal”, informó el periódico paulista en su sitio web.
Esa decisión fue confirmada luego por Rui Falcão, ex presidente del Partido de los Trabajadores, en su llegada a la sede del Sindicato de los Metalúrgicos. Voceros de prensa de Lula expresaron esta mañana a los medios locales que el líder del PT no irá a Curitiba voluntariamente y que aguardaría el resultado del pedido de habeas corpus que su defensa hizo al Superior Tribunal de Justicia (STJ), máxima instancia penal de Brasil.
Durante la tarde se confirmó que el ministro Félix Fischer del STJ había denegado el recurso. Las opciones de Lula parecen reducirse a entregarse a una dependencia de la policía en San Pablo o esperar a que los efectivos intenten detenerlo en el sindicato.