Con el plazo de entrega vencido, el ex presidente Lula Da Silva decidió no presentarse voluntariamente ante la Policía Federal de Curitiba como había dictaminado ayer el juez Sergio Moro y permanece en la sede del Sindicato Metalúrgico, en San Pablo, rodeado por miles militantes del Partido de los Trabajadores (PT), organizaciones sociales y de base y con la presencia de líderes de partidos políticos que incluso fueron oposición durante su mandato. "Lula sabe que es inocente y que no está incumpliendo la orden judicial", resumió la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, al salir a hablar ante la multitud para llevarles "un fuerte abrazo" de Lula, quien minutos después salió a saludar desde una de las ventanas del sindicato.
"No habrá resistencia, pero él no irá al matadero con la cabeza baja, por libre y espontánea voluntad", advirtió José Roberto Batochio, abogado de Lula junto a Cristiano Zanin Martins, en diálogo con el diario Folha de San Pablo, tras la negativa del candidato presidencial a cumplir con el plazo de entrega que el juez Moro había fijado a las 17. En ese mismo tono, Hoffmann sostuvo desde el palco en las afueras del sindicato ABC que "Lula no desobedeció una orden judicial porque el juez de Curitiba le dio la opción de ir allá" y luego transmitió un mensaje del líder del PT: "Voy a convertirme en un símbolo de la resistencia de los trabajadores".
Tras cumplirse la hora límite para la entrega voluntaria, la Policía Federal brasileña contaba con una hora más para presentarse en el sindicato metalúrgico para hacer efectiva la orden de arresto del candidato presidencial con mayor intención de votos, ya que, de acuerdo a la Constitución brasileña, no pueden ordenarse detenciones entre las 18 y las 6. Sin embargo, la Policía Federal había adelantado que no realizaría el arresto por la fuerza porque podía correr riesgo la seguridad ante la multitud que rodea el edificio del ABC.
Además, los diarios brasileños informaron que existen canales de comunicación entre los abogados del líder del PT y el Poder Judicial en Curitiba, capital del estado de Paraná, mientras que el asesor de prensa del juzgado federal de Paraná informó que Lula no puede ser considerado "prófugo", informó O Globo. Es que el histórico líder sindical si bien declinó la oferta de entregarse voluntariamente, no está escapándose de la Justicia y su ubicación es de público conocimiento, por lo que la Policía podría ir a detenerlo.
"El Sindicato tiene una dirección pública y conocida por todo el mundo. Es aquí que estamos. Es aquí que nos quedaremos. El presidente Lula está adentro y aquí se quedará", confirmó la presidenta del PT ante los miles que continuaron llegando a San Pablo: columnas de sindicatos de trabajadores, de movimientos sociales, de trabajadores rurales sin tierra.
Los presentes para respaldar a Lula no son solo los movimientos cercanos al PT sino también partidos que fueron oposición durante sus mandatos y los de Dilma Rousseff, cuyos referentes se han pronunciado en defensa de Lula desde el palco levantado frente al Sindicato de Metalúrgicos. Por el momento, Lula permanecerá allí, en el segundo piso del edificio sindical que lo vio nacer como líder político, rodeado de los máximos referentes de la izquierda brasileña.