La Justicia imputará este lunes al efectivo de la Policía Federal y a una mujer, ambos detenidos el jueves pasado en Buenos Aires, por amenazas referentes de derechos humanos y organizaciones sociales, a través de grupos de WhatsApp. En tanto, otras tres personas que fueron demoradas tras varios allanamientos en Rosario, quedaron en libertad, ya que se corroboró que sus nombres fueron usados por terceros para la compra de chips telefónicos. Por el momento, no se habla de grupos organizados, aunque sí "llama la atención la mecánica y cierto grado de inteligencia" para llevar adelante los hostigamientos. La denuncia se realizó el miércoles 28 de marzo pasado, luego de que los mensajes amenazantes recrudecieran después de la marcha del 24 de marzo, Día de la Memoria. Ante la gravedad de la situación, ya que los mensajes contenían fuertes amedrentamientos, el fiscal Gustavo Ponce Asahad (foto) ordenó cinco allanamientos, el jueves pasado. Así, se ordenaron cinco detenciones, pero ayer se firmaron tres órdenes de libertad por los detenidos en Rosario, ya que no se encontró vinculación directa con el delito, pero quedaron a disposición de la Justicia. Sí quedaron en calidad de detenidos el policía Lucas S. y Teresa C. arrestados en Buenos Aires. "Serán llevados a audiencia imputativa el próximo lunes", confirmó el fiscal. En tanto, agregó que la investigación es "extensa y compleja", ya que hay "muchos números localizados" -al menos 15‑ tanto en la provincia como fuera de ésta. Ponce Asahad dijo días atrás a este diario que "son amenazas importantes, graves, en algunos casos son amenazas de muerte. Por ello consideramos desde el Ministerio Público que esto reviste gravedad institucional". Entre las víctimas aparece el fiscal federal Adolfo Villate y el secretario de uno de los juzgados federales que tiene a su cargo causas por delitos de lesa humanidad, además de referentes de las organizaciones, diputados y concejales. "Están todos secuestrados", "disfruten sus últimas horas libres" o "prepárense para ser raptados", decían algunos de los mensajes. Durante el fin de semana largo pasado, incluso llegaron fotos de familiares de algunos de los denunciantes a grupos nombrados como "Tucu (el represor Constanzo) vive"; "Zitelli (el cura fallecido sin ser juzgado) vive"; y otros.