Atravesada por una profunda crisis económica, política y social, la provincia de Chubut decidió cancelar con bonos las deudas acumuladas con sus proveedores. El Gobierno de Mariano Arcioni y el Banco de Chubut están alistando los detalles para emitir los Títulos de Cancelación de Deuda Pública Provincial (Ticadep). La operación se realizará dentro de los próximos tres meses. Desde el ejecutivo provincial enfatizan que no los papeles no serán cuasimonedas sino un instrumento limitado a proveedores y el sector financiero. La emisión de ese tipo de instrumentos popularizados durante 2002 está prohibida para las provincias que se comprometieron a cumplir el Pacto Fiscal impulsado por la Casa Rosada el año pasado. 

La operación fue autorizada por la legislatura provincial a comienzos de marzo. Los papeles serán entregados a proveedores del gobierno chubutense para saldar deudas consolidadas hasta el 28 de febrero. Los Ticadep no cotizarán en el mercado y serán garantizados por los fondos coparticipables de la provincia. “No se pueden emitir cuasimonedas porque está prohibido por la ley de Responsabilidad Fiscal, además, uno habla de cuasimoneda y se imagina billetes como los famosos Lecops. Esto es un título que para ser emitido necesita no solamente la aprobación de la Legislatura, sino también cumplir con la responsabilidad fiscal y tener la autorización del Ministerio de Hacienda nacional”, precisó ayer el subsecretario de Coordinación Financiera de Chubut, Luis Tarrío.

Después del estallido de la Convertibilidad, el Estado nacional y las provincias pusieron en circulación trece cuasimonedas que fueron utilizadas para pagar los salarios de los empleados públicos, las jubilaciones y las deudas con sus proveedores. Lecop, Patacones, Lecor, Bofe, Quebracho, Cecacor y Bocade fueron algunos de los bonos que fueron utilizados como mecanismo para contener el estallido social generando un circuito monetario alternativo que, según la región, enfrentaba distintas restricciones para su uso. 

Desde el gobierno de Chubut considerarn que el objetivo oficial es que “esos títulos tengan una circulación interesante con buen valor y que aquellos que necesiten lo transformen en dinero, otros quizás prefieren guardarlos o ver de qué manera lo aprovechan”. A quienes tengan cobros pendientes previos al 31 de diciembre de 2015 se les reconocerá el total de la deuda más un 50 por ciento de intereses, aquellos que acumulan deudas hasta el 31 de diciembre de 2016 se les abonará la totalidad más un 25 por ciento de intereses y a los que tengan deudas exigibles al 28 de febrero solamente se les pagará la totalidad del valor original, pero sin ningún tipo de interés.

A finales de enero, el gobernador interino Arcioni afirmó que la provincia debía reestructurar deuda por unos 700 millones de dólares pero luego se corrigió y sostuvo que el objetivo era refinanciar esos pasivos. La primera operación representa una declaración de default para el mercado financiero mientras que lo segundo es una operación habitual, aunque Arcioni reconoció que tienen problemas económicos y que le “está costando pagar la deuda”.