Con alusiones al “respeto por la institucionalidad” y llamados “a la paz social”, el gobierno nacional evitó dar una definición sobre la crisis desatada en Brasil desde que el ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva fue condenado a prisión. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, salió a decir que ve “con preocupación” la situación en el país vecino, mientras que el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, pidió que “las cosas se vayan desarrollando en el marco de la justicia”. La justicia que, precisamente, está siendo cuestionada.
Frigerio y Avruj fueron los únicos dos funcionarios que hasta ahora se expresaron sobre Brasil y lo hicieron con la aclaración de que no eran ellos los que debían hablar, sino más bien la Cancillería. El Palacio San Martín, sin embargo, no emitió por ahora ningún comunicado al respecto.
Para titular de la cartera del Interior, "es muy importante que Brasil esté bien, que crezca" porque ello "tiene un impacto muy favorable en la economía de la región y de nuestro país". "Esperemos que pueda rápidamente resolver este tema institucional que lleva mucho tiempo", agregó durante una entrevista por FM Milenium.
De paso, el envió un velado mensaje de apoyo al gobierno de Michel Temer: "Confiamos en que haya tranquilidad institucional para poder sostener este proceso de recuperación de la economía y de la situación social que se viene viendo en los últimos meses".
Con muchos más recaudos, Claudio Avruj deseó “que las cosas (no precisó cuáles) se vayan desarrollando en el marco de la justicia”, dijo defender la vigencia de “el pleno derecho” y aclaró que “a mí no me corresponde opinar sobre lo que está ocurriendo” allí. También aseguró que Brasil le “preocupa”, que “el Gobierno está mirando lo que acontece” en ese país y que todo esto se trata de “una situación delicada sobre la que no me corresponde a mí opinar”.
Tampoco quiso dar su opinión cuando durante la entrevista por radio Con Vos se lo consultó sobre la virtual asonada militar lanzada hace cuatro días por el jefe del Ejército de Brasil, general Eduardo Villas Boas, quien a través de un tuit deslizó la intervención de las fuerzas armadas en caso de que a Lula no fuera preso. “Prefiero releerlo, tomar calma y opinar en otro momento”, respondió Avruj sobre ese mensaje que muchos interpretaron como un atentado a la democracia.
El secretario también recurrió al argumento de “ser muy respetuoso de lo ocurre en Brasil” cuando se le preguntó acerca de la intervención de las fuerzas militares en las calles de Río de Janeiro. Lo mismo hizo al ser consultado sobre la situación de los derechos humanos en ese país tras el asesinato de la concejala opositora Marielle Franco. "Prefiero no hacer un juicio de valor sobre la situación puntual de Brasil porque no tengo todos los elementos” para hacerlo, indicó.
Durante esa misma entrevista, Avruj sí dio una opinión sobre la situación en Venezuela. Dijo que en ese país hay una “violación a los derechos humanos”, calificó de “régimen” al gobierno electo de Nicolás Maduro y calificó a la nación bolivariana como “un caso tristemente paradigmático” en materia de derechos.