El envión futbolístico de Boca se detuvo anoche ante Defensa y Justicia, y el líder del campeonato sufrió la cuarta derrota. El equipo no pudo repetir el nivel de los dos últimos encuentros, y terminó padeciendo ante el orden de los de Florencio Varela.
La euforia que había el miércoles último, cuando Boca volvió a jugar la Copa Libertadores como local, se vio aplacada ayer ante Defensa y Justicia. Y la sorpresa fue mayor aún cuando el conjunto visitante se puso en ventaja rápidamente. Apenas habían pasado cuatro minutos cuando Defensa aprovechó muy bien un contraataque, y Márquez definió con un toque suave de zurda ante la salida de Rossi. En esa acción, Boca perdió la pelota en ataque y quedó desacomodado en la última línea.
A partir de ese momento, Boca comenzó a tener el dominio de la pelota y el terreno, pero no lograba profundidad en los metros finales. El problema principal era que los más capacitados técnicamente, Reynoso y Cardona, no tenían precisión para combinar con acierto en ataque. De esa manera, Bou y Pavón quedaban demasiado aislados y eran bien controlados por los centrales de Defensa.
Los movimientos de los jugadores de Boca eran muy lentos, y eso comenzó a irritar a la gente de afuera. Curiosamente, en ese momento armaron una jugada que terminó con el gol de Bou. El delantero cabeceó un envío de Pavón, quien había recibido la pelota de Cardona. Del saque del medio, Nicolás Fernández estuvo cerca de marcar para el visitante, en otro descuido defensivo de Boca, pero su remate se fue desviado.
Boca salió a jugar con mas decisión en el segundo tiempo, y adelantó sus líneas para ubicarse en el campo rival. Cardona tenía más contacto con la pelota, y el circuito ofensivo poseía mayor fluidez. El que seguía sin poder conectar positivamente era Reynoso, quien no lograba entregarle la pelota a un compañero. En la primera que hizo bien, el ex Talleres casi convierte pero Unsain estaba bien ubicado. Pavón fue otro que también estuvo cerca del gol, pero sus remates de zurda no fueron precisos.
El ingreso de Cubas en el equipo visitante, intentó cortar el circuito de Boca, y el volante central estuvo acertado en ese aspecto. Cuando podían superar la barrera que tenía Defensa en el mediocampo, Boca llegaba al área con peligro. Cardona probó dos veces y le erró al arco, y luego Nández quedó de frente pero no pudo en el duelo con Unsain.
Barros Schelotto decidió los ingresos de Abila y Maroni para tener más presencia cerca del área. Sin embargo, un error de Magallán produjo el desnivel. El central buscó darle la pelota a Goltz pero se la terminó entregando a Márquez, y éste encaró en línea recta y definió bien ante Rossi ubicando la pelota cerca del ángulo.
El cansancio de algunos jugadores de Boca fue apareciendo en los minutos finales, y ya no tenían ideas claras para llegar a la igualdad. Si bien estuvo cerca a través de Abila y también de Pavón, las acciones fueron producto de un juego confuso y no de aciertos colectivos.