La inflación de marzo se ubicó en 2,4 por ciento y acumuló un aumento del 25,5 por ciento en los últimos doce meses. Así lo calculó el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) de la UMET. El Indec dará a conocer pasado mañana la estimación oficial, pero esta primera medición y proyecciones de consultores privados confirman que marzo fue otro mes con una alta suba de precios. Los principales factores que explicaron el salto fueron las categorías de servicios, como la educación y el rubro mantenimiento del hogar. Alimentos y bebidas, por impacto de la escalada del dólar, e indumentaria, por el cambio de temporada, también tuvieron ajustes mayores al promedio. En el primer trimestre, la inflación ya sumó 7,1 por ciento, cuando la meta oficial para todo el año es de 15 por ciento. Economistas ya la consideran una utopía.
“Nuevamente y por cuarto mes consecutivo la inflación superó el 2 por ciento. Si la inflación de abril es del 2,1 por ciento, como estimamos desde nuestro instituto por las subas en transporte público, gas, prepagas y nafta, en estos cuatro meses se alcanzará la proyección inicial del gobierno del 10 por ciento que luego modificó a 15, una meta que también queda desfasada”, dijo Nicolás Trotta, rector de la UMET. Uno de los principales elementos que muestra el informe de IET es que el salario perdió contra la suba de los precios el último año. “El salario real del primer trimestre (por efecto de la inflación y ajustes salariales que no compensaron la suba de precios) ya es 1,7 por ciento menor respecto del primer trimestre de 2017”, indicó el informe. Para el caso de los jubilados, el informe apuntó que la inflación registró un incremento en marzo de 1,8 por ciento y un aumento interanual de 28 por ciento.
En el detalle de los rubros que más subieron se destacó el avance del 8,7 por ciento de “otros bienes y servicios”, por el incremento del 16,0 por ciento de los cigarrillos; del 5,8 por ciento en educación, y del 3,6 por ciento en indumentaria y calzado, por el cambio de temporada. Otros aumentos relevantes fueron en el rubro mantenimiento del hogar, del 2,7 por ciento, y alimentos y bebidas, del 2,2. El bloque Alimentos, según el documento de UMET, subió por el traslado a precios de la devaluación de los dos meses previos.
Además de la medición de la inflación, el informe del Instituto Estadístico de los Trabajadores analiza el impacto de los ajustes de precios en los diferentes grupos poblacionales. “La inflación de marzo se sintió más fuerte en los deciles de menores ingresos, particularmente en los 3 y 4, afectados por las subas en alimentos y cigarrillos”, detalló. “En términos interanuales, la inflación del decil 1 (10 por ciento de la población con menores ingresos) fue del 28,1 por ciento, mientras que en el decil 10 (10 por ciento con mayores ingresos) fue de 23,7 por ciento”, aclaró. El proceso tiende a agrandar la desigualdad, al aumentar la diferencia de recursos con los que cuentan las familias más ricas respecto de las más pobres.
La UMET estimó que un asalariado que hoy gana 20.000 pesos, si hubiera mantenido el poder de compra de noviembre de 2015, habría recibido en el período casi un sueldo y medio más (28.500 pesos) respecto de lo que efectivamente cobró.
En el informe se aclaró que cada vez que se registran diferencias entre la inflación estimada por el Instituto Estadístico de los Trabajadores y el Indec se debe a que el foco de la encuesta del IET se pone en los hogares donde el jefe es asalariado registrado, es decir el 34,2 por ciento del total de los hogares.