Desde comienzos de 2016, el incremento acumulado promedio en la boleta de energía eléctrica es del 920 por ciento, del 930 por ciento en gas natural y 683 por ciento en agua. En materia de transporte, se registran subas del 455 por ciento en peajes, 224 por ciento en el boleto del tren, 207 por ciento en colectivos de corta distancia y un 66 por ciento en subtes. Esos números destaca el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda para advertir que el peso de la boleta de los servicios públicos en el salario mínimo creció en el país muy por encima de la media de la región.
El fuerte aumento de los servicios públicos por parte del gobierno de Cambiemos y el retraso relativo de los salarios hizo crecer abruptamente el peso de los servicios en los ingresos mensuales. Desde 2015, la incidencia de los servicios públicos sobre el salario mínimo pasó del 6 al 21 por ciento. Así, Argentina pasó de estar última (cómoda) al tercer lugar en esa escala. El informe de la Undav marca que el primer puesto en peso de los servicios públicos sobre el salario mínimo es para Venezuela (33 por ciento), seguida de Chile (23 por ciento). Le sigue la Argentina y después Brasil y Ecuador (19,0), Perú (18,0), Colombia (17,0) y Uruguay (14,0). En 2015, en Argentina ese indicador estaba en el 6 por ciento, seguido por Uruguay (9,0). En el primer puesto estaba Chile, con el 26 por ciento.
El incremento del peso de los servicios públicos sobre el salario mínimo (y sobre el salario en general) tiene como contrapartida la reducción de la incidencia del consumo en bienes y otros servicios. Es decir, la caída del consumo en el mercado interno, que afecta a comercios, productores e industriales locales. Desde la óptica del fabricante, esa restricción de las ventas se ve agravada por el ingreso de importaciones. En términos presupuestarios, está previsto que la reducción de los subsidios a los servicios públicos (que explica la suba de las boletas) permita la baja del peso de esa partida sobre el PBI del 2,3 al 1,6 por ciento este año en relación a 2017.